El coche del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la salida del mitin del PPC hoy en Vilanova i la Geltrú
Un acompañante de Montoro: “Por un momento, tuvimos verdadero pánico”
“Por un momento, tuvimos verdadero pánico”. Éstas son las palabras de una de las personas que acompañaban al ministro Cristóbal Montoro cuando su coche fue rodeado por un puñado de violentos tras salir de un mitin ayer por la noche en la localidad de Vilanora i la Geltrú. La polémica está servida.
Durante el día de hoy, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha exigido en reiteradas ocasiones explicaciones a la Generalitat por el supuesto fallo de dispositivo. Desde el Gobierno autonómico, el acoso a Montoro se debió a dos circunstancias determinadas: el ministro abandonó el recinto antes de hora y, además, su coche oficial siguió el itinerario contrario al que había pactado con la consejería de Interior, por lo que se encontró la salida bloqueada por dos contenedores.
Desde las filas del PP, en cambio, se sostiene la versión contraria. “Como en el exterior había un grupo violento con banderas proetarras, independentistas y anarquistas, llamamos a la Delegación del Gobierno para que lo pusiese en conocimiento de la consejería de Interior y enviasen una unidad de apoyo. Desde la Delegación hablaron con el director general de la Policía, Manel Prat, al que pidieron ese refuerzo. Pero nunca llegó. Tres cuartos de hora después de la salida de Montoro, el coche que llevaba al concejal de Sitges fue atacado con piedras y patadas y los refuerzos seguían sin llegar”.
Fuentes oficiales del PP señalan también a El Confidencial que “Montoro salió cuando tenía que salir. Ya cuando llegamos, los violentos procedieron a bloquear y una de las dos salidas que había con dos maceteros. Nosotros pedimos a los Mossos que los retirasen y ellos nos contestaron que no estaban para hacer esas cosas, que su labor no era retirar maceteros. Al final, tuvieron que ser afiliados del partido y conductores los que retirasen los maceteros y despejasen el camino. Pero durante cuatro o cinco minutos, dentro de los coches oficiales había verdadero pánico”.
Por si fuera poco, las fuentes aseguran que “no hicimos el séquito oficial para evitar problemas, por lo que sólo iban el coche del ministro y el de los escoltas”. Y rematan: “Que no digan mentiras. De hecho ni salimos antes del acto ni enviaron ninguna unidad de refuerzo ni seguimos el itinerario contrario al que nos dijeron. Simplemente, en una de las salidas había grupos violentos. Los coches dieron marcha atrás y se dirigieron a la otra, que al final también estaba bloqueada por los maceteros”. Y subrayan que los dirigentes que se quedaron dentro del recinto donde se celebraba el mitin tuvieron que esperar tres cuartos de hora para abandonarlo ante el temor de ser atacados a la salida.
Desde el sindicato SME-CCOO, no obstante, la versión que se da coincide con la de la Consejería de Interior, que dirige el democristiano Ramon Espadaler: se le dijo a los responsables del dispositivo de seguridad del ministro que debía salir por una calle, donde se habían desplegado antidisturbios, o bien podía esperar a dos furgonetas de refuerzo que estaban en camino.
Según SME-CCOO, “alguien de este vehículo oficial del ministro Montoro hizo caso omiso y salió por otra calle donde no había este cordón policial y simplemente había agentes de seguridad ciudadana de Mossos y de la Policía Local”. La organización sindical asegura que “el hecho de que el vehículo oficial omitiese las indicaciones dadas por los jefes de los dispositivos de seguridad de Mossos se valora como una clara irresponsabilidad porque, aparte de exponer a este vehículo a una situación de peligro, también supuso poner en una situación de riesgo innecesario a los agentes de Mossos y Policía Local”.
Espadaler, que ayer por la noche ya habló con la presidenta popular y con el ministro, sostuvo esta mañana que no hubo fallo en el dispositivo de seguridad y que Montoro decidió salir “de forma unilateral” y sin comunicarlo a los Mossos. Además, su coche oficial eligió el camino contrario a aquél que se había acordado. Y Sánchez-Camacho, por su parte, le contestó a última hora de la mañana, durnate una visita electoral, que sus explicaciones son “sorprendentes, flojas y débiles”, por lo que pide que se depuren responsabilidades.
Este cruce de acusaciones ha provocado también que el AME-CCOO subraye que “lamentamos que, una vez más, nuestros representantes políticos quieran potenciar sus respectivas campañas electorales a costa de criticar las actuaciones policiales de la Policía Autonómica de Cataluña”.
De momento, según estas fuentes, el PP ha sufrido ya 15 escraches en Cataluña durante esta campaña. “Casi todos han sido no violentos, a pesar de que sí habían acosado a nuestros candidatos y les habían insultado. Sólo hubo un incidente digno de mención en Sabadell, donde el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, fue agredido con una pedrada. Pero de esta magnitud violenta es el primero que padecemos”, explican las fuentes consultadas.
VEO LAS COSAS MUY MAL POR MÁS LEYES QUE QUIERAN PROMULGAR PARA QUE LA GENTE SE CALLE.
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