lunes, 19 de mayo de 2014

ESPAÑA EL PARAÍSO ACTUAL DE LOS LADRONES GUAPOS

El presidente de la constructora española Sacyr, Manuel Manrique (c) (Efe)
 
El presidente de la constructora española Sacyr, Manuel Manrique

Sacyr concede un sueldo vitalicio a sus consejeros tras registrar pérdidas históricas
Sacyr ha decidido eliminar una de las cláusulas más honestas que tenía su peculiar estatuto del consejo de administración. La constructora ha decidido proponer a la próxima junta general de accionistas eliminar la norma por la cual sus gestores no cobraban cuando la compañía cerraba el año en pérdidas, como ha ocurrido en tres de los últimos cuatros años, periodo en el que ha sufrido un agujero de 3.000 millones de euros.
Hasta el momento, los consejeros de Sacyr solo percibían las dietas cuando el grupo acababa con números rojos en lugar de beneficios. Una norma que fue impuesta por el anterior presidente, Luís del Rivero, para alinear los intereses de los administradores con los de los accionistas. Si ganaba dinero la compañía, se compartía con los minoritarios. Si la gestión la llevaba a perder dinero y los inversores sufrían las consecuencias, había escarmiento para los que se sientan en el consejo de administración.
Así ocurrió el pasado año, cuando Sacyr registró unas minusvalías de 496 millones provocadas por el impacto de las pérdidas en el Canal de Panamá, la minoración del valor de Vallehermoso y otros asuntos fiscales. En 2012, el agujero fue de 977 millones por la fallida inversión en Repsol, incursión en el mundo del petróleo que en el ejercicio precedente ya le había ocasionado un socavón de 1.604 millones, el mayor de la historia del grupo.
En total, 3.077 millones que han llevado a Sacyr a tener que ampliar capital por algo más de 1.100 millones en poco más de tres años para reforzar el deteriorado patrimonio, con la consiguiente dilución para todos los accionistas. Un castigo que el consejo hacia suyo renunciando al sueldo al que tenían derecho por su labor como administradores. Pero los gestores se han hartado de este sacrifico y van a pedir a la próxima junta que se elimine este condicionante.
En concreto, el consejo de Sacyr solicita que se apruebe para sus miembros “una retribución por sus labores de supervisión y decisión colegiada, que consistirá en una cantidad anual fija”, sin distinguir entre variable y otro tipo de pagas asistenciales. Una remuneración que no tendrá ningún tipo de limitación económica como hasta ahora, ya que los estatutos actuales imponen que el salario de sus señorías no podía exceder el 2,5% del beneficio del grupo.  Pero lo más importante es que pide la supresión de la cláusula que les obliga a devolver a la compañía lo cobrado si el ejercicio hubiese acabado en pérdidas.
Sacyr argumenta que con estas medidas pretende “dotar de una mayor simplicidad y transparencia a la remuneración de los consejeros, trasparencia que se espera redunde igualmente en la retención y captación del talento en el órgano de administración, al poder ofrecer a los consejeros, actuales o futuros, un sistema de remuneración claro y sin indexación a variables que pueden ser ajenas al desempeño del consejero”. Es decir, que si la compañía, como le ha ocurrido en los últimos tres años pierde dinero, los gestores no tendrán ninguna responsabilidad.
Además de la explicación formal a los accionistas, fuentes oficiales de Sacyr explican que las cuantías que cobraran los administradores del grupo son “contenidas”, respecto a otras empresas comparables y que tienen en cuenta “la responsabilidad de los consejeros como administradores”. En los tiempos de bonanza, el consejo de la constructora llegó a cobrar cerca de seis millones de euros.
En el último año, la partida más importante fue la del presidente, Manuel Manrique, que ganó 2,5 millones de euros, 1,4 millones como sueldo fijo y otros 1,07 millones en concepto de variable. De esa cantidad, el primer ejecutivo tuvo que destinar 275.000 euros a devolver un anticipo que la compañía le había dado en 2012 para atender “necesidades puntuales de liquidez”
. Un préstamo sin intereses que ya ha quedado cancelado.
COMENTARIO:
Es la auténtica plaga del capitalismo. Asesores, directivos, administradores. Todos de una casta que se reparten las S.A. y las sangran cual vampiros. Van de una empresa a otra con independencia de sus cualidades. Se ponen sueldos, sobresueldos, indemnizaciones millonarias, contratos blindados. Son chupiguais, hunden empresas y se van silbando con disimulo, con el dinero debajo del brazo hacia la siguiente víctima
 

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