martes, 8 de abril de 2014

HOY EN EL CONGRESO UNA COMEDIA CON CAMINO A NINGUNA PARTE

Rajoy esgrime la Constitución contra el desafío soberanista de Cataluña

El presidente afirma que “no es verdad que sufran los catalanes una opresión insoportable”

“Yo creo en Cataluña más que ustedes. Amo a Cataluña como algo propio”, subraya

El líder del PSOE ofrece una reforma constitucional para seguir viviendo juntos.

Todo el discurso de Mariano Rajoy ha conducido hacia un mismo punto: no hay salida para las reclamaciones de los representantes de la mayoría del Parlamento catalán. Pero ha sido tan evidente la idea del portazo, precisamente la que más teme el Ejecutivo porque está calando en la opinión pública catalana, que el propio presidente y sus asesores –el discurso ha sido leído de principio a final- se dieron cuenta de que esa sensación era inevitable.
Y al final del texto, el presidente ha colocado una idea que parecía una salida. “No significa esta negativa que se les cierren todas las puertas. No se ha cerrado nada que antes estuviera abierto. Otra cosa es que ustedes reclamen que se abran puertas donde no existen. Hay una puerta abierta de par en par para aquellos que no estén conformes con el actual estado de cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución”.
Era una salida. Sin embargo, el presidente ya ha hablado muchas veces de esta salida, la que propone el PSOE. Rajoy reclama a los partidos catalanes a favor del referéndum que propongan una reforma constitucional pero con la idea de rechazarla. El presidente ha insistido en varias ocasiones en que no ve consenso ni objetivos claros para reformar ahora la Constitución. Esto es, es una vía aparentemente muerta con la mayoría absoluta del PP.
Y sin embargo, el presidente ha hecho un gran esfuerzo, en uno de los discursos más aplaudidos por su bancada en los últimos tiempos, por suavizar el tono y lanzar apelaciones al diálogo. Eso sí, ha dedicado la mayor parte de su discurso a explicar con razonamientos jurídicos por qué él nunca podrá autorizar un referéndum soberanista en Cataluña.
“La esencia de la democracia es que todo, incluidas las votaciones, y todos, incluidos los Parlamentos, tienen que atenerse a las normas. Yo no tengo derecho como gallego a decidir el futuro de Galicia sin contar con el resto de los españoles. No se trata de voluntad política, ni de flexibilidad. No es algo que podamos resolver el señor Mas y yo con un café. Nuestra Constitución protege la soberanía nacional incluso contra el Gobierno, contra las mayorías, contra cualquiera que no sea el pueblo. No permite ni que se suprima el derecho de huelga aunque lo pidan los trabajadores”, ha puesto como ejemplo.
Pero el presidente ha tratado de suavizar al hablar de sentimientos. De hecho, ni siquiera ha querido hacer mucha sangre con la ausencia de Mas, solo le ha citado indirectamente. En su afán de mejorar su imagen en Cataluña, incluso ha pronunciado unas palabras en catalán al declarar su amor por Cataluña y su gusto por la “feina ben feta”. Ahí es donde ha gustado más a su grupo. “No es verdad que en Cataluña sufran una opresión insoportable, no es verdad que se persiga la lengua catalana. Perdónenme pero tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes. Amo a Cataluña como algo propio. Junto ganamos todos, separados perdemos todos, esto no es una cuestión solo de leyes, es de sentimientos. Soy el presidente de todos, no concibo España sin Cataluña ni Cataluña fuera de la UE”.
Más duro ha estado el presidente al argumentar que nadie en el mundo acepta lo que piden los partidos catalanes. “No me hablen de Escocia, la historia allí es muy distinta. Además, si Escocia tuviera la mitad de la mitad de las competencias de Cataluña no se tomarían tantas molestias”. Y también cuando ha exigido a los partidos catalanes que expliquen las consecuencias de la independencia, porque lo que están explicando ahora es “la isla de Robinson Crusoe”.
Los catalanes serían más pobres, ha explicado, dejarían de ser españoles, dejarían de ser europeos, perderían el paraguas del Banco Central Europeo. “¿Se dan cuenta de las consecuencias para las instituciones financieras catalanas y los depositantes de eso?”, les ha espetado. Rajoy ha contentado así a los suyos, que querían un rechazo claro de la iniciativa catalana, pero lo ha intentado hacer de una manera más suave que en otras ocasiones, buscando no remover a la opinión pública catalana más de lo que ya ese no rotundo lo va a hacer.
Antes, Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV), los tres representantes del Parlamento de Cataluña para defender la iniciativa de la consulta catalana, han hecho una defensa cerrada desde la tribuna del deseo del "pueblo catalán" para hacer posible la consulta independentista: "Queremos votar", han dicho.
Jordi Turull ha abierto el debate del Congreso sobre la consulta de autodeterminación de Cataluña asegurando que la convocatoria de esta votación es “legal, posible y necesaria”. El parlamentario catalán ha advertido, sin embargo, que el previsible rechazo de la mayoría del Congreso a que el Parlamento catalán pueda convocar esta consulta no impedirá la votación. “No desistiremos; impulsaremos otras vías legales que permitan votar”.
 
Tras la intervención del presidente del Gobierno, el líder del PSOE ha ofrecido a los independentistas catalanes una reforma constitucional que permita seguir viviendo juntos. Alfredo Pérez Rubalcaba ha rechazado el derecho de autodeterminación de Cataluña y ha asegurado: "Queremos seguir viviendo juntos y decidiendo juntos".
Josep Antoni Duran Lleida (CiU) ha negado que lo se esté debatiendo sobre la independencia y ha insistido en su voluntad de negociar. “Ponga fecha y hora. Estamos listos para negociar", ha instado al presidente del Gobierno. Joan Coscubiela ha sostenido que la Constitución no puede ser "ni una cárcel ni una momia, ni una piedra arrojadiza". Y ha sentenciado: "Ustedes [el Gobierno] prefieren el choque de trenes".
Rosa Díez, líder de UPyD, ha arrancado dejando clara una cosa: "Yo soy diputada nacional; también represento a los diputados catalanes en esta Cámara". Díez anticipaba así su no a la propuesta catalana dentro del debate sobre la petición catalana para que el Estado le transfiera la competencia de convocar la consulta soberanista convocada para el 9 de noviembre. Díez ha insistido en que el discurso oído hoy en el Congreso por parte de los representantes catalanes es un discurso "antieuropeo". "Ustedes nos plantean levantar fronteras", ha añadido. 
COMENTARIO:
Si fuera 28 de diciembre se entendería. Solo genera mas enfado en Catalunya al gratar de tomar el pelo a la gente o es que piensa que se les ha olvidado su campaña contra el proyecto de Estatut que confirmaba la integración en España? Consulte Vd. mismo la opinión que la decisión ha de ser de todo el Estado. Si impide un acto democrático, pacifico, tiene las de perder en el siglo XXI .

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