domingo, 2 de marzo de 2014

MIENTRAS UNOS GANAN MUCHO OTROS, LOS MÁS, PASAN MISERIA Y HAMBRE

Las empresas españolas cotizadas ganaron 18.872 millones en 2013

El incremento de las ventas es la asignatura pendiente de las compañías del Ibex 35.

Las cuentas empresariales vuelven a planta después una larga convalecencia en cuidados intensivos. El alta hospitalaria está cerca, pero el paciente todavía debe demostrar mejoría en algunos órganos vitales. Y es que el cuadro médico presenta una complicación: el corazón (los beneficios) empieza a bombear, pero los pulmones (las ventas) siguen con achaques. Esta situación no es sostenible en el tiempo y solo se explica porque las cuentas de 2013 se comparan con el peor ejercicio de la historia para los resultados empresariales. En 2012 el saldo conjunto de todos los grupos cotizados arrojó pérdidas, fundamentalmente por las enormes provisiones que tuvieron que realizar las entidades financieras por el deterioro de sus activos inmobiliarios. Con un punto de partida tan favorable, mejor no echar las campanas al vuelo.
El parte médico de las cuentas corporativas se resume en las siguientes cifras: las empresas del Ibex 35 ganaron 19.005 millones de euros en 2013; el resultado neto de las compañías que no están en el índice selectivo fue negativo por valor de 133 millones y el balance global de todas las cotizadas arrojó unos beneficios de 18.872 millones. Si no se tienen en cuenta los resultados de Bankia por el componente de distorsión que suponen —en 2012 registró pérdidas de 19.056 millones tras unos fortísimos saneamientos— la comparativa interanual arroja un crecimiento del 57% en 2013 para las ganancias del Ibex, mientras que la mejora en el conjunto del mercado continuo se sitúa en el 119%.
Los analistas esperan que las ganancias conjuntas del Ibex este año sean de 31.376 millones, lo que supone un crecimiento del 81%
El beneficio es sin duda la partida más llamativa de las cuentas de resultados, pero también es la más volátil ya que entran en juego ajustes contables y fiscales. Por eso es tan importante que la facturación marche bien. Y en este sentido las cifras empresariales del pasado curso no acaban de despejar todas las dudas. El conjunto de compañías cotizadas vendió en 2013 por valor de 559.070 millones, cantidad que representa una caída del 4,71% con respecto al año anterior. A la persistente debilidad del mercado doméstico en 2013 se sumaron ciertos síntomas de estancamiento en la aportación de los negocios exteriores. A pesar de ello, los ingresos de las actividades internacionales cayeron menos que la facturación en España y siguen siendo el principal sostén de las cuentas.
El riesgo aparejado a un largo periodo de caída en las ventas es que los beneficios solo tienen una doble vía para crecer: bien por ahorro de costes —y ahí las compañías tienen cada vez menos margen tras un lustro de ajustes— o por resultados extraordinarios. Muchas compañías se han tenido que desprender de activos estratégicos para aligerar su deuda —con el consiguiente castigo al flujo de caja— por lo que en el terreno de los atípicos cada vez queda menos que rascar. A la espera que la recuperación económica se consolide y arrastre al consumo y éste haga lo propio con las ventas de las empresas, el resultado de explotación —partida que refleja la evolución del negocio orgánico— en 2013 de las compañías del Ibex —sin contar a Bankia— fue de 43.438 millones, solo un 4,8% más.
El sector bancario ha pasado de ser el gran lastre de los resultados a convertirse en su principal motor
El sector bancario ha pasado de ser el gran lastre de los resultados a convertirse en su principal motor. Las ganancias de las entidades más importantes (Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Popular, Banco Sabadell y Bankinter) se multiplicaron por cuatro en 2013 respecto a un año antes. Semejante crecimiento, sin embargo, se explica en gran medida por los resultados extraordinarios y la fuerte caída de las provisiones. Sin embargo, la actividad del negocio recurrente siguió siendo muy débil como queda reflejado en el margen financiero (lo que se obtiene por los créditos y se paga por los depósitos), que cayó un 20% en el conjunto del sector.
Los peores resultados en 2013 los sufrió el sector energético debido al impacto de los cambios regulatorios promovidos por el Gobierno. El beneficio de Iberdrola cayó un 7% en 2013, el de Endesa un 7,6%, mientras que las ganancias de Gas Natural quedaron congeladas. El mayor varapalo lo sufrió Acciona, con gran exposición a las energías renovables, ya que los saneamientos la llevaron a registrar pérdidas de 1.972 millones (los mayores números rojos de todas las cotizadas el pasado año). En el caso de Repsol sus beneficios cayeron un 90%, aunque la explicación hay que buscarla en las provisiones por YPF y el negocio de GNL. Solo los gestores de los sistemas gasístico y eléctrico, Enagás y Red Eléctrica, se salvaron de la quema.
Los peores resultados en 2013 los sufrió el sector energético debido al impacto de los cambios regulatorios
La empresa que más facturó en 2013 fue ArcelorMittal. Los ingresos del gigante siderúrgico alcanzaron los 59.828 millones. En segundo lugar, se situó Telefónica con una cifra de negocios de 57.061 millones. La operadora, sin embargo, fue la que ocupó el primer puesto por beneficios con unas ganancias de 4.592 millones, segunda por el Banco Santander con un resultado neto de 4.370 millones.
El ejercicio 2014 será importante para calibrar la fortaleza de la recuperación de los beneficios empresariales. El consenso de los analistas recopilado por Bloomberg espera que las ganancias conjuntas del Ibex este año sean de 31.376 millones, cantidad que de cumplirse supondría un crecimiento del 81% respecto de los beneficios logrados en 2013.
COMENTARIO:
Es muy curioso. Empiezan a sugerir una mejoría clínica, por la evolución positiva de síntomas puramente secundarios, para finalmente decirnos que lo importante, lo que verdaderamente puede establecer la recuperación, está muy lejos y aún con signos negativos. No. El paciente tiene que seguir en la UVI porque no hay fundamentales que permitan otra cosa. Se ha puesto de moda empezar cualquier análisis económico intentando imponer una mejora que luego no se muestra. Es claramente un intento puramente político o más bien de la politicucha que existe hoy en día y nada más. Señores, la mejoría empieza con signos de empeoramiento., que no lo entienden bien los economistas. Háganme caso.

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