martes, 11 de febrero de 2014

CATALUÑA NO DEBE DE ROMPER LA BARAJA.MALO PARA TODOS

60 empresarios alemanes alertan de las consecuencias de la independencia

El colectivo ha impulsado la plataforma '¿Catalunya sin Europa? ¡No!'

Entre los firmantes, figura Erwin Rauhe, consejero-delegado de la multinacional BASF España

Francesc Homs, portavoz del Ejecutivo catalán, rechaza valorar la iniciativa empresarial.

Un grupo de unos 60 empresarios y profesionales liberales, en su inmensa mayoría alemanes, han creado la plataforma ¿Catalunya sin Europa? ¡No!' en la que advierten del riesgo que podría comportar la eventual independencia de Cataluña del resto de España. Los firmantes han presentado este mediodía un manifiesto, titulado la Declaración de Barcelona, en el que destacan su preocupación por las "tendencias independentistas" y advierten de las consecuencias que acarrearía la secesión. El texto recoge el catálogo de peligros que suelen detallar quienes se oponen al proceso soberanista: la exclusión inmediata de la UE; una larga negociación para pedir la readmisión, que duraría años y requeriría unanimidad; la duda de que el euro siga siendo la moneda oficial; que el Banco Central Europea dejaría de financiar y que dejaría de existir la libre circulación de trabajadores y mercancías.
En una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas de Cataluña, Albert Peters, portavoz de la plataforma, que vive en Cataluña desde hace 17 años, ha explicado que los firmantes han suscrito la declaración a título individual porque no quieren que se produzca un "choque de trenes" y rechazan poner a sus sociedades en un compromiso. "La mayoría de los empresarios piensan como nosotros pero tienen miedo. Uno de ellos, anoche, quería poner su nombre pero se negó porque tenía miedo de que un consejero de la Generalitat le cancelara una comida", ha lamentado Peters. "Y eso me da mucha pena. Todo el mundo y no solo Rajoy o Artur Mas, tiene que buscar una solución".
La lista de firmantes incluye, entre otros, a Erwin Rahue, consejero delegado de BASF-España y a Gerhard Esser, exconsejero delegado de Thyssen Group Materials, y que ha comparecido junto a Peters. El portavoz ha deplorado que ni la Generalitat ni el Gobierno central han escuchado atentamente la voz de los empresarios y ha elogiado la valentía de José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta, que fue de los primeros en pronunciarse abiertamente en contra de la independencia. Según Peters, los ejecutivos temen la inseguridad jurídica que podría comportar la independencia y han apelado a un refrán muy común en España: "Yo aprendí esta frase aquí: 'Hablando se entiende la gente'. Yo invertí en Cataluña con toda mi alma y lo hice con seguridad. ¿Qué hago? ¿Invierto más?'".
La Declaración de Barcelona alerta en su párrafo final un alegato en contra de los nacionalismos recordando el mal que causaron en Europa en el siglo XX. Pese a que el proceso soberanista se ha distinguido por ser democrático, cívico y pacífico, Peters ha planteado esta reflexión cuando se le ha hecho esa apreciación: "Croacia se convirtió en un Estado independiente en 1992 y es miembro de pleno derecho de la UE desde el 1 de julio de 2013". Es decir, ha puesto como ejemplo esos 20 años para dar una idea del tiempo que tardaría un futuro Estado catalán en ser aceptada como un Estado más en el club europeo. Peters ha recalcado que Jose Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, han sido muy claros respecto al futuro que le aguarda a Cataluña en el supuesto de que se independice. "Nos gustaría", ha recalcado Peters, "que Cataluña siga siendo la locomotora y la región fuerte de España. Si Cataluña se independiza y SEAT quiere vender un coche, se tendrán que pagar aranceles e impuestos".
Croacia ha tardado 20 años en ser admitida como un miembro más en la UE", dice Peters
La Generalitat ha evitado hacer cualquier comentario sobre el contendido de la Declaración presentada hoy por los empresarios alemanes. El consejero de Presidencia, Francesc Homs, se ha limitado a asegurar que lo que produce "estupefacción" entre los sectores económicos y sociales de Cataluña "es la negativa del Gobierno central a hablar" sobre el plan soberanista de la Generalitat. Según Homs, el Ejecutivo catalán está centrado en lograr que el Gobierno central "se abra al diálogo". También ha dicho que es posible que haya contactos entre la Generalitat y el grupo de empresarios, pero que en todo caso serían "discretos". "La negativa constante al diálogo, que es lo que nos ofrece el Gobierno continuamente va llevando al Gobierno de España a un callejón sin salida, porque está en contra de lo que plantea una mayoría del pueblo de Cataluña y en contra del diálogo, y esto en el contexto actual general incertidumbre y tensión", ha resumido Homs.
COMENTARIO:
O sea que a los alemanes, gatos escaldados, tampoco les hacen mucha ilusión "los peligros de un fervor nacionalista, que en el último siglo ha traído sufrimientos inmensurables sobre Europa y que tampoco traerá nada bueno para Catalunya".Vaya, vaya, vaya...Parece que los independentistas catalanes lo tienen crudo para vender internacionalmente su ideario nacionalista. A ver con qué ocurrencia contestan a estos señores para que no se partan de la risa

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