lunes, 18 de noviembre de 2013

EL 88% DE LOS ESPAÑOLES NO VE NIGUNA MEJORÍA ECONÓMICA

El 88% de los españoles no nota 'ningún síntoma' de mejora económica.
El pesimismo sigue instalado entre los españoles. El despliegue del Gobierno intentando mostrar que los dos años de sacrificios empiezan a dar frutos, aunque estos aún no sean suficientes, ha tenido por el momento escaso éxito. Un aplastante 88% asegura no haber notado personalmente síntoma alguno de mejora y la percepción negativa se completa con el 75% que no cree que el país esté empezando a salir de la crisis (Consulta al detalle la encuesta).
Y estos abultados porcentajes no son imputables sólo a los votantes de las fuerzas de oposición. Los electores del Partido Popular coinciden ampliamente con esta perspectiva. Así, un 79% de ellos se suma a los que no ven en su día a día señales que llamen al optimismo, y un 53,5% añade no creer aún en la recuperación.
Rajoy dice ser consciente de que los indicadores macroeconómicos que ya marcan en positivo no inciden todavía en la vida de los españoles, pero mantiene que en 2014 esta situación cambiará y los efectos de las medidas adoptadas durante la primera mitad de la legislatura permearán la economía doméstica.
Más de la mitad de los españoles no cree que estemos ante el fin de la crisis
Por el momento, y a juzgar por los resultados de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO, los ciudadanos no confían en este vaticinio. Sólo un magro 15% opina que la recuperación está ya al alcance de la mano y se podrá tocar en 2014. Un 27,6%, más escéptico, mantiene que el resurgir se hará esperar hasta el 2015, y la mayoría, un 45,4%, da por hecho que será todavía más tarde, con una nueva legislatura.
Si estos últimos tuvieran razón, el Partido Popular se enfrentaría a un difícil panorama electoral. El PP confía en que a partir de ahora la economía española empezará a salir del túnel y la luz se verá cada vez con mayor claridad y, sobre todo, con tiempo suficiente para recobrar antes de las elecciones de finales de 2015 la credibilidad que han perdido por sus incumplimientos del programa.
El Gobierno cuenta con que en la segunda mitad de 2014 empezará la creación de empleo y se consolidará el crecimiento de la economía. Es más, en privado se muestran convencidos de que sus previsiones oficiales que apuntan un crecimiento del PIB del 0,7% se verán cómodamente superadas.
Es por ello por lo que en La Moncloa repiten que los pronósticos macroeconómicos que acompañan a los Presupuestos Generales del Estado son "muy prudentes". Rajoy prefiere mantener en este punto la cautela, consciente de que una nueva decepción entre los ciudadanos sería letal para sus aspiraciones de repetir mandato.
A la espera del vuelco, los votantes, tal y como se desprende de la encuesta, no dudan a la hora de proponer al Gobierno la medida que, en su opinión, resultaría más eficaz para dar un impulso decidido a la actividad económica y, en consecuencia, a la creación de empleo: la bajada de impuestos.
Y en la conveniencia de esta medicina también coinciden mayoritariamente los votantes de todas las ideologías, incluidos los situados más a la izquierda.
El 83% de los encuestados opina que la situación es mala o muy mala
Un 69,3% de los encuestados reclama un alivio fiscal ya. Entre los votantes del PP el porcentaje sube al 73,6%; entre los del PSOE es del 66,7; los de IU lo apoyan en un 57%, en tanto que los de UPyD lo piden en un 70,3%.
Los españoles parecen por tanto apuntarse a la tesis de que el dinero, para rendir, debe estar en manos de la ciudadanía y no en las de la Administración. En definitiva, que la mejor manera de arrancar el motor del consumo interno es devolverle el combustible de más que ahora le resta Hacienda. Las teorías del gasto público como palanca de la actividad parece que se empiezan a dejar de lado.
Dicho de otra forma, la encuesta viene a demostrar que la mayoría de los votantes exige el cumplimiento de una de las propuestas estrella de Mariano Rajoy: bajar los impuestos.
Ahora, cuando se llega al ecuador de la legislatura, los españoles, lejos de valorar la situación con un cierto optimismo, mantienen que el momento es deprimente. De hecho, un 83% considera que la actual situación económica, en general, es mala o muy mala. Así lo piensa incluso el 64,4% de quienes aseguran haber votado al Partido Popular.
Son ciudadanos en los que no calan las cifras positivas del sector exterior, el cierre limpio del rescate al sistema financiero, o el dinero a raudales que entra en España según algunos banqueros. La realidad que ven es la de jóvenes emigrando en busca de oportunidades, trabajadores que pierden el empleo, rebajas salariales, prestaciones recortadas y muchos impuestos.
Cuando el foco se estrecha y se pregunta a la gente por su situación personal, sólo uno de cada cuatro (26%) considera que las cosas le van bien.
El 40% de los encuestados responde que regular y el 34% afirma que mal o muy mal. Cabe señalar que, a diferencia de todas las demás preguntas, en las que siempre hay un cierto porcentaje de ciudadanos que opta por no dar su opinión, en este caso la casilla del no sabe/no contesta está prácticamente vacía, igual que sucede cuando se interroga sobre la situación económica general. En estos casos, nadie tiene dudas.
COMENTARIO:
He leído y estoy de acuerdo que hay que hacer milagros para llegar a fin de mes (y uno mira el calendario, mira su cuenta bancaria y piensa... solo estamos a día 18). Pero qué será de nosotros cuando nos jubilemos? ¡¡soy de los que tiene trabajo!! pero no ahorro ni un céntimo, cómo, si todo lo que gano lo invierto en sobrevivir?, así que cuando llegue el día en el que no pueda trabajar,. ¿¿¿¿qué????. Y como yo, la grandísima mayoría de la sociedad. No quedará ni el hueso para el caldo.
Este gobierno no ha tomado una sola medida decisiva para sacarnos de la crisis socioeconómica provocada por la grotesca gestión de ZP. Ha preferido, por contra, instalarse cómodamente en la misma y conformarse con una economía encanijada, declarando excedente de cupo al 20 % de la población activa y aprovisionar el tinglado administrativo, político, inmigratorio y financiero que parasita lo público a base de saquear y endeudar al ciudadano contribuyente. El supuesto cambio de tendencia macro- del que presumen no es gracias a su gestión ramplona, sino más bien a su pesar y gracias al esfuerzo individual de los españoles que han tomado conciencia de que no se puede esperar nada de estos mediocres adoradores del Estado, que desconocen por completo los mecanismos de la economía productiva.
 

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