El obispo de Limburgo, Franz-Peter Tebartz-van Elst, en una imagen de archivo
El Papa suspende al "obispo del lujo"
El papa Francisco ha apartado temporalmente al obispo de Limburg (Alemania), Franz-Peter Tebartz-van Elst, de 53 años, bautizado como el "obispo del lujo" por la prensa germana, mientras se ha abierto una investigación para esclarecer las críticas al prelado por gastar más de 31 millones de euros en la construcción de su residencia.
En un comunicado difundido hoy por la oficina de prensa del Vaticano, se explica que el Papa ha sido informado "ampliamente y objetivamente de la situación en la diócesis de Limburg, en la que se ha creado una situación en la cuál el obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, en el momento actual no puede ejercitar su ministerio episcopal". La orden de abandonar su diócesis por un periodo no especificado se queda cerca de la suspensión definitiva.
La prensa alemana asegura que en la vivienda había una bañera que costó 15.000 euros, una mesa de conferencias de 25.000 y una capilla privada de 2,9 millones
La nota añade que se ha creado una comisión para realizar "un profundo examen sobre la construcción de la sede episcopal" y que "en espera de resultados sobre esta investigación y las posibles responsabilidades" el vicario general Wolfgang Rösch, que tenía que haber entrado en su cargo en enero de 2014, administrará la diócesis de Limburg.
"La Santa Sede considera oportuno autorizar a Franz-Peter Tebartz-van Elst un periodo de permanencia fuera de la diócesis", es la formula utilizada para apartar al obispo.
En septiembre pasado, el Vaticano envió a la diócesis alemana de Limburgo al cardenal italiano Giovanni Lajolo para que investigase las reformas que el obispo Tebartz-van Elst había emprendido. Hace días, el papa Francisco recibió en el Vaticano al obispo de Limburg, quien llevaba varios días en Roma para poder hablar con el Papa y explicarle su versión de los hechos.
Una bañera de 15.000 euros
El escándalo estalló después de que los medios de comunicación alemanes denunciaran el lujoso estilo de vida del prelado y que las obras de su nueva residencia episcopal ascendían a 40 millones de euros, frente a los 5,5 millones inicialmente anunciados. La prensa germana, que cita documentos oficiales, ha asegurado que en la vivienda había una bañera que costó 15.000 euros, una mesa de conferencias de 25.000 y una capilla privada de 2,9 millones de euros.
Algunos días antes, el presidente saliente de la Conferencia Episcopal alemana, el arzobispo Robert Zollitsch, había informado personalmente a Francisco de la situación en la diócesis alemana durante una audiencia. El caso se ha convertido en un motivo de vergüenza para el Papa, quien ha pedido en repetidas ocasiones una Iglesia más austera y ha exigido a los obispos que no vivan "como príncipes".
COMENTARIO:
Es una verguenza que personajes como este arrojen tinieblas sobre tanta buena labor y buen hacer de tantos creyentes. Se merece una patada en su obispal culo y mandarlo hacer puñetas. Lo mejor que se puede hacer con ese edificio es venderlo a un grupo hotelero y destinar el dinero a tantas obras de la iglesia que nada tienen que ver con esta fechoría. Es una lobaza que pretende ser princesa, y eso, , no puede ser. O se está o no se está. De penitencia te mandaba con un misionero español a Angola para que veas lo que es trabajo, lobaza.
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