viernes, 27 de septiembre de 2013

MEDALLAS BIEN PAGADAS POR OBEDECER A OJOS CERRADOS AL GOBIERNO

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, inaugura una comisaría. (EFE)
Interior 'corteja' a la Policía otorgando un 43% más de medallas pensionadas.
La Dirección General de la Policía ha olvidado la austeridad que impuso el año pasado en la concesión de medallas al mérito policial, los galardones con los que cada ejercicio reconoce a los agentes que han prestado un servicio especial al cuerpo y, a título honorífico, a las personas e instituciones que han contribuido a los fines de la Policía. Según la lista definitiva de condecorados, a la que ha tenido acceso El Confidencial, la Dirección General de la Policía entregará este año 3.786 medallas, un 23,8% más de las que otorgó en 2012, después de rebajar drásticamente su número a 3.058 tras una década de continuos aumentos.
El incremento de distintivos es un aún más pronunciado en el caso de los de distintivo rojo, una condecoración que va acompañada de un plus vitalicio tanto en la nómina como en la pensión del 10% del salario base más trienios de los galardonados. En principio, la cruz con distintivo rojo está reservada a agentes heridos en acto de servicio, que hayan intervenido en circunstancias de especial peligrosidad o manifestado alto valor, aunque en la práctica también se recurre a ellas para honrar toda una trayectoria. Este año se entregarán 141 medallas rojas frente a las 98 impuestas en 2012, lo que representa una subida del 43,8%.
El resto de las 3.786 condecoraciones de este año se reparten de la siguiente manera: 2.986 medallas con distintivo blanco no pensionadas (de menos importancia que las rojas, premian la lealtad y patriotismo de los agentes, realizar trabajos y estudios de prestigio para el cuerpo u otros actos que contribuyan a mejorar la imagen de la Policía); 151 blancas a miembros de la Guardia Civil; 65 blancas a efectivos de las Fuerzas Armadas y, por último, 447 medallas honoríficas de diferente grado a personas e instituciones ajenas a la Policía.
Más medallas que con el PSOE
El brusco incremento sorprende porque el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se comprometió cuando llegó al cargo a reducir drásticamente el número de medallas para desterrar la fama que las acompaña de instrumento al servicio de la cúpula de Interior para domesticar la voluntad de los agentes. En su primer año en el puesto, obligado también por las restricciones del gasto público, Cosidó cumplió su promesa ordenando un recorte del 19% en el número de distintivos con respecto a los concedidos durante las etapas de Alfredo Pérez Rubalcaba y Antonio Camacho al frente de Interior, cuando la cifra de galardones alcanzó niveles nunca antes conocidos. En 2010 y 2011 se otorgaron, respectivamente, 3.532 y 3.774 medallas. Pero Jorge Fernández Díaz superará este año esos registros, a pesar de que Hacienda mantiene la contención del gasto.
El giro en la política de condecoraciones tiene lugar en pleno enfrentamiento de un sector del Partido Popular y del Gobierno con parte de la Policía. Génova y Moncloa acusan en cada vez más círculos a los investigadores policiales de perseguir con excesivo celo las ramificaciones populares de la trama Gürtel y, especialmente, del caso Bárcenas. Esas presiones no han sentado bien en el cuerpo, que siempre ha rechazado que exista un sesgo ideológico en sus investigaciones. En este escenario, la ampliación de las gratificaciones sólo puede interpretarse como un intento del Gobierno por acercar posiciones con la institución de la que dependerá su futuro en los tribunales.
Policía nacionalPolicía nacional
Fuentes oficiales de la Dirección General de la Policía admiten la intensidad del cambio de tendencia, pero rechazan que se esté buscando engrasar las relaciones del Ejecutivo con el cuerpo. Según estas fuentes, “el aumento sólo pretende premiar los buenos resultados que ha tenido la Policía en un año tan difícil como este, en el que a pesar de las fuertes restricciones presupuestarias se han conseguido excelentes rendimientos en diferentes unidades”. “Ha sido un año en el que se han pedido muchos esfuerzos y los agentes han respondido. Además", puntualizan, “este año también se reconocen por primera vez los auxilios humanitarios prestados por la Policía".
Reconocimiento especial de los mandos
La lista de condecorados de este ejercicio incluye más mandos policiales. Así, se entrega la medalla roja a 12 comisarios principales frente al único policía de este rango que recibió esa distinción en 2012. El número de comisarios y de inspectores jefe agraciados con la medalla roja también ha crecido sensiblemente este año. En cambio, el número de agraciados de menores escalafones desciende.
Algunos nombres del listado han generado controversia. En la relación de perceptores de la medalla con distintivo rojo figuran dos policías que hace un año se reunieron con los fiscales anticorrupción de Barcelona para ofrecerse a participar en las investigaciones del caso Millet, el escándalo de corrupción ligado a Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), a pesar de que en ese momento ya no tenían ninguna relación con las unidades encargadas de esas pesquisas. Los dos policías, Marcelino Martín-Blas Aranda y José Luis Olivera Serrano, ambos comisarios provinciales, propusieron incluso el registro de la sede de CDC, pero el Ministerio Público se opuso.  
Accidente de Santiago
El número total de agentes condecorados será aún mayor, porque la lista no incluye a los policías que participaron en el rescate de heridos del accidente de tren de Santiago de Compostela ni en la investigación posterior del siniestro. La Dirección General de la Policía aprobará en los próximos días otra relación dedicada en exclusiva a esos agentes y celebrará un acto oficial en Santiago para entregarles las condecoraciones.
A título honorífico se otorgará la medalla de plata al exsecretario de Estado de Seguridad Ignacio Ulloa y la de distintivo rojo al presidente de la Asociación Dignidad y Justicia, Daniel Portero. También se han concedido medallas con distintivo blanco a la funcionaria del FBI que dirigió la investigación del clan de los Miami en territorio estadounidense, Madeline Albrecht; al presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio Mosbah; al expresidente del PP vasco Antonio Basagoiti; al exdirigente del PP y actual embajador de España en la India, Gustavo de Arístegui; al presidente de los Grupos Antena 3 y Planeta, José Manuel Lara, y al presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, Pablo Llarena, entre otros. 
En abril de 2012, ante las críticas que suscita la concesión de estos galardones, Interior aprobó un nuevo protocolo de evaluación de los méritos de los candidatos para que el sistema fuera más justo y transparente. Desde entonces, la decisión se guía por criterios teóricamente objetivos. Para la entrega de la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco, por ejemplo, se valora “la dedicación, la disponibilidad, la especial responsabilidad, la iniciativa en su labor profesional o la participación en determinados dispositivos que mejoren la eficacia, eficiencia y calidad del servicio policial, y el prestigio y la imagen del cuerpo”. Además, en el nuevo sistema, la lista de condecorados se consulta con los representantes sindicales antes de convertirla en definitiva. Pero los cambios no han conseguido aplacar las acusaciones de discrecionalidad en la selección de los agraciados.
 
COMENTARIO:
Represión es  la palabra exacta.
De la lectura del artículo se desprende un funcionamiento opaco, una actuación arbitraria en la concesión de premios, una tentativa de modificar el comportamiento de los agentes (funcionarios) que afecte a su objetividad y al cumplimiento estricto de sus obligaciones.
Deleznable, vamos.
Es de suponer que aquellos policías que más se hayan distinguido en fracturar cráneos de manifestantes habrán sido los más beneficiados en el reparto de estas medallas pensionadas

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