SEÑORES BIEN
En nuestro país, más de diez millones de personas se encuentran entre los 50 y 69 años. La sociedad ha evolucionado tanto en los últimos tiempos que resulta complicado prever cómo será su vida en el futuro más próximo. Cuando una persona cumple 60 años de edad aún se espera que viva de media otros 25, y su perfil nada tiene que ver con quienes alcanzaban esta edad hace unas décadas.
La edad de jubilación y la vejez se distancian cada vez más y «nuestros mayores son más jóvenes». Tanto es así que el INE calcula que la población mayor se verá duplicada en el año 2050, por lo que resulta necesario tomar medidas que se adapten a dar soluciones a este cambio social.
Se produce de este modo la llamada «Gerontolescencia», término que hace referencia a las personas que se encuentran en los grupos de edades comprendidas entre los 55 y 75 años y, al igual que sucede en la adolescencia (dejan de ser niños pero aún no son adultos), se encuentran «atrapados» entre dos mundos. Uno, que les indica que aún se sienten jóvenes y otro, que les atrae hacia la madurez.
¿Cómo afrontar la jubilación?
Según el estudio «Las personas mayores que vienen», elaborado por la Fundación Pilares para la autonomía personal, con el apoyo de la Obra Social La Caixa, algunos de los indicadores que marcan las tendencias de cambio de la futura población mayor son:
— el alto y llamativo nivel de estudios.
— la utilización creciente de las TIC.
— unos ingresos más elevados.
— la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.
— un interés más alto en participar en actividades de voluntariado.
El informe también saca a relucir la implicación de los mayores en la familia (el 63% de la población estudiada contribuye de manera relevante al apoyo familiar, algunos con la totalidad de su pensión) y el rechazo de estos a acudir a los centros sociales (el 45% afirma que no asiste ahora ni lo hará en el futuro).
Ante estos datos y como solución para mantener el equilibrio social, el catedrático de Sociología y experto en Políticas Sociales Europeas, Gregorio Rodríguez Cabrero, propone promover una «solidaridad intergeneracional» que apueste por los intereses colectivos.
Lograr medidas eficaces
La presidenta de la Fundación Pilares, Pilar Rodríguez, apunta la necesidad de contar con una mayor inversión pública en recursos de cuidados a las personas dependientes, así como un incremento de la formación para planificar y orientar la etapa que se abre tras al jubilación (tanto en la adaptación al ocio como a la participación social). Añade que «hay que aprovechar y reorientar los centros sociales de mayores en beneficio de la comunidad y hacer campañas informativas sobre las formas de voluntariado y apoyo a las entidades que lo promueven».
COMENTARIO:¿Alguien cree que un pensionista español no va pasar mas hambre y miseria que un perro abandonado y mas desde que en nada tendrá que pagar al menos el 10 por ciento de lo que necesite en sanidad ?Los muy caros no se los darán.
Lo malo es llegar a una muy avanzada vejez y tener que convivir en hogares de ancianos donde algunos tienen demencia violenta como se ve en muchos casos.
No se habla para nada en el artículo si la Fundación Pilares tiene presente los aspectos médicos preventivos, integrativos y reparativos ya existentes -en continuo proceso de desarrollo- como base necesaria para poder disfrutar en las mejores condiciones posibles de la Gerentolescencia. En Tarragona y algunos otros puntos, pero con conexiones asistenciales nacionales e internacionales, se ofrecen ya servicios especializados en tal área que, inexorablemente, incrementarán su demanda: la vejez saludable también debiera ser una prioridad.
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