El Ibex se hunde hasta mínimos del año tras ceder un 4,5% en la semana.
Llueve sobre mojado. El Ibex 35 ya tiene el dudoso honor de moverse en su nivel más bajo del año. Más todavía. Las caídas del 4,59% acumuladas en la semana han llevado al selectivo a tocar mínimos desde mediados de noviembre, en medio de un panorama desolador para las bolsas del Viejo Continente. Y es que, apelando al refranero, si las bolsas montaran un circo les crecerían los enanos.
Tras las turbulencias originadas desde mediados de semana por la Reserva Federal y su progresiva retirada de estímulos y China, con sus pobres datos macro que evidencian el pinchazo del país asiático, en las últimas horas se ha sumado Grecia, un viejo foco de incertidumbre para los mercados. La inestabilidad política que se cierne sobre el país heleno, donde el partido Izquierda Democrática ha confirmado su salida del Ejecutivo, no ha hecho más que minar la moral de los inversores. Ahora los grupos políticos se encuentran inmersos en negociaciones para superar la crisis desencadenada por el cierre de la radiotelevisión pública ERT. Por lo pronto, el primer ministro Andonis Samarás ya ha asegurado que el Gobierno continuará y que no habrá elecciones anticipadas.
Sin embargo, estas palabras no han traído calma a los mercados. El Ibex 35 se ha dejado un 1,56% hasta los 7.700 puntos, mientras que el Eurostoxx 50 cae un 1,43%, el Dax un 1,76%, el Cac un 1,11%, el Ftse 100 un 0,7% y el Mib un 1,89%. Por su parte, los índices estadounidenses se dejan casi medio punto porcentual.
La economía china también ha sido sorpresa hoy ya que las restricciones de liquidez en el interbancario han generado un momento de gran tensión en los tipos de interés, que han llegado a repuntar esta madrugada. "No está siendo el mejor mes, desde luego, para el gigante asiático, que ha sufrido varios varapalos en cuanto a las previsiones de crecimiento, índices de gestores de compras, PMIs y otros datos macro claves", apuntan desde XTB Trading.
A todo esto también se suma la volatilidad que imprime la llamada 'cuádruple hora bruja' (vencimiento de futuros y opciones sobre índices y acciones) que ha contribuido a acrecentar las caídas en los principales índices europeos.
"No tenemos explicación para lo que ocurrió ayer y, como no la tenemos, no podemos anticipar si los mercados van a continuar en modo 'autodestrucción' y si lo van a hacer por mucho tiempo", aseguraban desde Link Securities. "Eso sí, señalar que si lo de ayer es un anticipo a lo que pueda ocurrir cuando la Fed retire de verdad sus estímulos monetarios y pinche la burbuja en los mercados de bonos, lo único que podemos decir es que el banco central tiene una complicada tarea por delante", concluyen.
Y es que si una cosa ha quedado clara tras la sesión de ayer es que los bancos centrales se han visto enredados en su propio laberinto monetario. La simple alusión de la Fed a comenzar a reducir la impresión de dólares a finales de 2013 ha agitado los cimientos del mundo financiero entero y ha evidenciado que algo falla entre los señores del dinero.
La banca sigue sufriendo
Buena parte del sector bancario sigue padeciendo el repunte del interés de la deuda soberana. En concreto, Popular se deja un 4,92 después de caer este jueves a su nivel más bajo desde 1989. Por su parte, CaixaBank se hunde otro 3,4%, BBVA un 1,77%, Santander un 1,45% y Sabadell un 1%. Sólo Bankinter ha conseguido aislarse de estas caídas y repuntar un 3,76%. En Europa las entidades también caen con fuerza. Unicredito se deja un 4%, Intesa San Paolo un 3,7%, ING un 2,8%, BNP un 2,8% y Société un 2,1%.
Entre los grandes valores españoles, Telefónica se deja un 0,07%, Repsol un 1,34%, Inditex un 2,7% e Iberdrola un 1,95%. Por su parte, destacan también las alzas de Abengoa (2,9%) y las caídas de más de un 5% de Mapfre y FCC.
COMENTARIO:
Hay que asumir que la economía irreal dejará paso a la real. El negocio del papel retrocederá considerablemente, lo que hará que las bolsas se instalen en el nivel que les corresponde. Concretamente el Ibex no sé si llegará a los 6.000 puntos.
Ni mas , ni menos. Es lo que habrá
Ni mas , ni menos. Es lo que habrá
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