Se reducen un 13% los nacimientos desde el comienzo de la crisis y crecen las defunciones.
El número de nacimientos en España, que alcanzó el máximo de las últimas tres décadas en 2008 (nacieron 519.779), no ha parado de reducirse desde entonces y a medida que iba avanzando la crisis económica, hasta acumular una caída del 12,8% en los últimos cuatro años, según la estadística sobre movimiento natural de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) difundida este martes.
En concreto, en 2012 nacieron 453.637 niños en España, lo que supone una reducción del 3,9% respecto a 2011 y la tasa bruta de natalidad cayó hasta los 9,7 nacimientos por cada mil habitantes. En 2011, cuando ya se acumulaban tres años consecutivos de disminución en el número de nacimientos, la tasa era de 10,1 y, en 2008, de 11,3 nacidos por cada mil ciudadanos.
El INE atribuye este descenso a distintos factores, entre los que destaca la "progresiva reducción" del número de mujeres en edad fértil, que está en caída desde el año 2009 porque se trata de generaciones menos numerosas, nacidas durante la crisis de natalidad que se registró en los años ochenta y principios de los noventa.
Por otra parte, señala como otra causa una menor fecundidad, pues el número medio de hijos por mujer también ha experimentado un descenso pasando de 1,44 en 2008 a 1,32 el año pasado. Este descenso, al menos entre 2011 y 2012, fue especialmente acusado entre las extranjeras, que pasaron de 1,58 a 1,54 hijos por mujer, mientras en las españolas la reducción era de 1,29 a 1,28.
En esta línea, la encuesta refleja un nuevo aumento de la edad media de maternidad, que sube también por cuarto año consecutivo hasta situarse en 32,1 años entre las españolas y en 28,9 años entre las extranjeras. No obstante, de los 453.637 nacimientos que tuvieron lugar en 2012 en España, 86.945 fueron de madre extranjera, lo que supuso el 19,2% del total, frente al 19,5% que representaban el año anterior.
En paralelo, aumentaron las defunciones un 4,6% el año pasado, el mayor incremento anual de la última década y una subida tal que son seis las comunidades autónomas con un saldo vegetativo negativo y, de ellas, cinco lo son por segundo año consecutivo. Se trata de Galicia, Castilla y León, Principado de Asturias, Aragón y Extremadura, que son las que repiten, y Cantabria.
Una "evolución especial" de las defunciones
En este sentido, el crecimiento vegetativo de la población residente en España (nacimientos de madre residente menos defunciones de residentes) se redujo un 42,9% en 2012, hasta situarse en 48.488 personas. Este saldo no se situaba por debajo de las 50.000 personas desde el año 2001, conforme la estadística oficial.
El INE se refiere al incremento de defunciones como una "evolución excepcional" y atribuye su origen a "un incremento coyuntural de las defunciones en los meses de febrero y marzo", en los que el número de decesos superó en un 29,2% y en un 13,6%, respectivamente, a los registrados en los mismos meses de 2011. En consecuencia, la tasa bruta de mortalidad se situó en 8,6 defunciones por mil habitantes, frente a los 8,4 de 2011. La de mortalidad infantil se mantuvo en 3,1.
Asimismo, la esperanza de vida de los ciudadanos al nacer se redujo "ligeramente" hasta los 82,2 años, pero sólo hubo contracción entre las mujeres, que pierden 0,2 años situando su esperanza en la edad de 85, mientras la de los varones se mantiene en 79,3. Según el INE, una persona que alcance los 65 años esperaría vivir, de media, 18,4 años más si es hombre y 22,4 más si es mujer.
Por primera vez, aumentan los matrimonios
La estadística de movimiento natural de población recoge asimismo datos de nupcialidad y revela que el año pasado se incrementaron los matrimonios un 3,4% hasta los 168.835, lo que rompe la tendencia decreciente iniciada en el año 2005, empujada por un aumento del 8,7% en las bodas civiles. Un 2,3% de los enlaces celebrados fueron entre personas del mismo sexo y la tasa bruta de nupcialidad aumentó hasta 3,6 matrimonios por mil habitantes.
También se mantuvo al alza la tendencia en la edad media del matrimonio, que alcanzó el año pasado los 36,2 años para los varones y los 33 para las mujeres. Si se observan sólo los primeros matrimonios, las medias están en 33,8 y 31,6 años, respectivamente. En un 17,8% de los celebrados entre heterosexuales, al menos uno de los contrayentes era extranjero.
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