La prima española ha vuelto a tocar los temidos 300 puntos básicos. No pasa nada. El incremento del diferencial español frente al bund alemán hasta la cifra maldita no responde a un nuevo aumento de las tensiones, sino a la reacción lógica tras la emisión sindicada llevada a cabo ayer por el Tesoro con la que captó otros 7.000 millones de euros aprovechando las buenas condiciones del mercado.
La historia se repite. El pasado mes de enero, tras un a colocación privada de las mismas características, la rentabilidad del bono que por aquel entonces se encontraba en la barrera del 5%, saltó al entorno del 5,3% para estabilizarse en esos niveles durante semanas. No en vano, el Tesoro vendió su deuda pagando una ligera prima sobre el mercado, tras colocar a 365 puntos básicos sobre la referencia del mercado -mid-swap a 10 años-, elevando así el nivel psicológico de la rentabilidad del bono a diez años al 5,4%. Una cifra que, paralelamente, se convirtió también en un importante techo para los inversores que comenzaban vender cuando el interés tocaba el 5,4% y entraba cuando bajaba cerca del 5%.
La semana pasada, el interés del bono a diez años llegó a caer en momentos puntuales por debajo del 4%. Sin embargo, comenzó a subir a medida que crecían los rumores de una nueva emisión sindicada del Tesoro, previendo que el emisor pagaría una prima por esa deuda que iba a vender a un precio cerrado entre inversores privados, como finalmente ha sido. Ayer, el diferencial exigido fue de 278 puntos sobre mid-swap, con lo que el rendimiento final se situó en el 4,45%. Ahora, en el secundario trata de acoplar el interés del bono a diez años a esa nueva referencia.
Lo mismo ha ocurrido con la deuda italiana. Hoy la rentabilidad de su bono ha saltado al 4% tras dos semanas moviéndose en el entorno del 3,8%. Eso ocurre después de que ayer el Tesoro transalpino anunciara que iba a realizar "en un futuro cercano, sujeto a condiciones del mercado," una emisión de bonos sindicados con vencimiento a 30 años. La prima de riesgo italiana superaba los 265 puntos básicos.
Eso mientras el diferencial de Grecia se desploma. La rentabilidad exigida al bono del país retrocedía esta mañana más de un 4% hasta el 8,9% después de que ayer la agencia de calificación Fitch elevara un escalón el rating del país hasta 'B-' con perspectiva estable por los progresos fiscales llevados a cabo y los avances en las reformas estructurales necesarias para sacar al país del colapso económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario