martes, 16 de abril de 2013

ESPAÑA NO LEVANTA CABEZA Y VA HACIA EL CAOS ECONÓMICO


España es una economía rota. Los informes que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado este martes en Washington dibujan un panorama desolador para los próximos años, y eso después de ya casi un lustro de crisis a la espalda: calcula que la recesión será más aguda este año y que el paro batirá nuevos récords, descarta que el Gobierno pueda cumplir con sus objetivos de reducción de déficit, ni siquiera en 2018, y estima que la deuda pública no dejará de escalar en todo este periodo y llegará ese mismo año un récord del 110,6% con relación al PIB.
Todas las previsiones del FMI han empeorado. El cóctel de los recortes, combinados con la sequía crediticia y falta de un yacimiento de empleo que releve al malogrado sector inmobiliario mantienen a la cuarta economía de Eurozona entre las peores del grupo. Solo para Grecia, Portugal —países rescatados— y Eslovenia —sobre el que se teme otro auxilio— se esperan caídas más agudas este año.
El desempleo, que se preveía del 25,1%, subirá al 27%, y solo menguará al 26,5% en 2014
Una previsión económica es eso que se revisa al alza y a la baja constantemente y que acierta cuanto más se acerca al final del ejercicio, y aun así a veces fallan, incluso las del FMI. Pero con España hay cierto consenso: el Fondo calcula que la caída de la economía será del 1,6% este año, tres décimas por encima de lo estimado en la asamblea anual, celebrada el pasado otoño en Japón, que ya fue revisada en enero a un retroceso del 1,5%, y no muy lejos de lo previsto por Bruselas (-1,4%). Supone el tiro de gracia al pronóstico del Gobierno, que lo mantiene en un valor de negativo del 0,5%, aunque lo modificará en breve.
Lo peor es que la reactivación que se vislumbra es muy débil. Para el próximo año, el FMI calcula un tímido avance del 0,7%, insuficiente para contener el castigo del paro. Además, esta previsión no puede ser más caduca porque el propio FMI la ha puesto en tela de juicio nada más presentarla en la rueda de prensa. "En 2014 serán necesarias nuevas medidas de ajuste que posiblemente afectarán al crecimiento, así que nuestros pronósticos pueden ser demasiado altos", ha señalado Jorg Decressin, subdirector del departamento de análisis del FMI.
Por este motivo, el Fondo no descarta en absoluto que la recesión persista el año que viene, pese a que el Ejecutivo confía en volver a la senda de crecimiento. De cumplirse estos malos vaticinios, España sufriría tres años seguidos de caída, la recesión más larga de historia reciente.
En el escenario base, la tasa de desempleo, que se preveía del 25,1% de la población activa para 2013, subirá al 27%, y en 2014 tan solo menguará hasta el 26,5%. La actualización a peor para este año refleja “la falta de medidas a medio plazo”, llama la atención el informe del FMI, que ha actualizado sus bases de datos de previsiones. El Fondo ya se manifestó en este sentido el pasado octubre, pero también pide nuevos ajustes a España para el largo plazo: una vez la consolidación fiscal se alcance, debe mantener una superávit primario y “ante la ausencia de reformas sobre los subsidios, los incrementos proyectados relacionado con la edad implican que harán faltas nuevas medidas”.
¿Cuánto tiempo puede soportar un país ese nivel de paro? “España ha podido hacerlo por su sistema de subsidios y por esas ayudas familiares, pero ha pasado ya tanto tiempo que esos recursos se empiezan a agotar”, explica el cargo de un banco central en los aledaños del cuartel general del FMI, más reforzado aun si cabe por la policía tras la alerta por las bombas de Boston.
La situación ha mejorado para España en los mercados desde el golpe en la mesa que dio el pasado verano el Banco Central Europeo (BCE), pero la llamada economía real —la de consumir, invertir, crear empleo— sigue deprimida. Por eso, la mirada desde el otro lado del Atlántico también ha cambiado. “España ha dejado de ser un problema sistémico en este momento, no hay miedo al contagio financiero, pero dentro del país, todo sigue mal, nadie puede dar por hecho se vaya a recuperar el nivel previo a la crisis, la fragilidad es extrema”, añade.
También la escalada de la deuda es un factor preocupante. Solo este año, cuando el pasivo alcanzará alrededor del 90% del PIB, el gasto presupuestado para pagar los intereses roza los 39.000 millones de euros, un 33% más que el año pasado, y sin un crecimiento sólido al Estado le cuesta cada vez más pagar sus deudas. España sigue en el alambre.
En su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, señala respecto a España y a Italia que “el proceso de devaluación interna se produce lentamente, y están ganado competitividad de forma lenta”, mientras que la demanda externa “no es lo bastante fuerte como para compensar la débil demanda interna”. Además, se produce una retroalimentación adversa entre bancos débiles, deuda soberana débil y baja actividad.

Un déficit desbocado

La década perdida para la economía española puede alargarse, según se desprende del informe. El Gobierno de España ha negociado a dentelladas con Bruselas con el fin de arañar algo de tiempo para cuadrar sus cuentas públicas, algo que se da casi por hecho, pero el debate parece casi superado por los números del FMI, que pintan la meta casi imposible.
2013 acabará con un déficit 6,6%, en 2014 subirá al 6,9% y seguirá en niveles superiores al 5,5% hasta 2018
Sin contar con el efecto del rescate de Bruselas para la banca española, el déficit público del Gobierno hubiese quedado en el 7%, gracias a duros recortes sociales, subidas de impuestos y bajadas de salarios para los funcionarios, pero el desaguisado de los bancos lo elevó a más del 10%. El objetivo oficial para Madrid es dejarlo en el 4,5% en 2013 y ya por debajo del 3% en 2014.
Según los pronósticos del Fondo, 2013 acabará con un déficit 6,6%, en 2014 subirá al 6,9% y seguirá en niveles superiores al 5,5% hasta 2018. Para ningún otro país europeo (y para casi ningún otro del mundo, salvo excepciones como Pakistán o Ghana) el Fondo prevé un déficit público tan desbocado como para España en los próximos años.

Calendario de reformas

Además, el Gobierno español no ha obtenido de momento un mensaje amable por parte del FMI, que lleva meses mostrándose crítico sobre la autoridad a ultranza que defiende Berlín, el gran poder fáctico de la Eurozona. Blanchard, aconsejó que "los países que tengan posibilidades" deberían "suavizar la severidad del ajuste fiscal" para impulsar el crecimiento, pero no se trataba de un guiño a países como España. "Mi mensaje va más allá de la eurozona, hay países que tienen margen fiscal para ello, como es el caso de Reino Unido".
Los pronósticos del Fondo se han elaborado sin conocer el nuevo plan de estabilidad y reformas que el Ejecutivo de Mariano Rajoy anunciará el 26 de abril, por eso los analistas del organismo no descartan otro ejercicio en negativo. No hay alternativa, en opinión del fondo. "No es posible no ajustar, aunque hay que hacerlo de la manera que perjudique menos al crecimiento, así como avanzar en reformas estructurales y asegurar que mecanismos como la sociedad gestora de activos tóxicos de la banca opere de forma eficaz", añadió Decressin.
Blanchard expresó claramente los recelos que despierta la reestructuración bancaria española, que después de cinco reformas financieras sigue sin convencer al mundo. "Hay incertidumbre acerca de la verdadera situación de los bancos españoles y ahí es importante avanzar en la unión bancaria para lograr una supervisión general", apuntó, y lamentó que "a pesar de las buena intenciones, todo avanza muy lentamente".

No hay comentarios:

Publicar un comentario