domingo, 24 de marzo de 2013

LE PRESIDENTE FEIJÓO POSIBLE DELFÍN DEL PP


El presidente de la Xunta se siente «engañado y estafado» por el extesorero del PP, pero «no puede marcar la agenda nacional».

Alberto Núñez Feijóo sigue siendo el alumno aventajado del PP en plena crisis económica, el que revalidó su mayoría absoluta en Galicia cuando parecía más difícil, y el que no solo ha cumplido sus deberes con el objetivo de déficit público, sino que lo ha mejorado con creces. Como tocado por una buena estrella, cuando empieza la entrevista se refiere a otra noticia que afecta a su tierra: Galicia, junto a Baleares, es la Comunidad que mejor soportó la crisis en 2012, según el INE. Lo dice sin complacencia, sin un miligramo de autosatisfacción. Su discurso es tan exigente como realista, contesta todas las preguntas de frente, también las del caso Bárcenas, sin medias palabras y con un tono autocrítico inédito en su partido.
-Galicia ha cumplido con creces el objetivo de déficit, con un 1,2 por ciento. ¿Qué les diferencia de Cataluña, que se quedó en el 2,3?
-En Galicia empezamos en el año 2009 con las políticas frente a la crisis. Y hemos continuado. Cataluña llegó tarde y politizó la deuda, pero la deuda no se politiza. Se intenta disminuir y se paga. Hemos hecho los deberes y hemos creído que mantener el autogobierno no es sólo un pronunciamiento político, sino que tiene que haber un cimiento económico. Y Galicia lo tiene.
-¿Podrá llegar al objetivo inicial del 0,7 por ciento de déficit este año?
-Hemos hecho un presupuesto para el 0,7 y vamos a intentar llegar. Es verdad que en 2013 todavía seguimos en recesión y no sabemos cuál será el estado exacto de los ingresos, pero nuestro objetivo es el 0,7 por ciento.
-¿Esperaba que la reforma laboral tuviera efectos más positivos sobre el paro a estas alturas?
-Puede haber un mercado laboral más competitivo, pero si el sistema financiero no funciona, no podemos crear empleo. Yo no conozco desde los Pactos de la Moncloa una situación peor que esta, ni un Gobierno que se haya tenido que enfrentarse a tantos problemas a la vez. España es un enfermo económico que tiene sus órganos vitales afectados, tenemos que estabilizarlo y después sanarlo. El Gobierno está estabilizando la economía enferma de nuestro país.
-¿Hay que cambiar ya el sistema de financiación autonómica?
-El sistema de financiación autonómica que tenemos es un sistema bilateral, entre el Gobierno socialista y el tripartito catalán. A los demás nos invitaron a una cena donde el plato estaba ya cocinado. A mí no me gusta el sistema. Las comunidades y el Gobierno de España deberíamos hablar de financiación, pero también de gasto. Echo de menos un gran acuerdo por el mantenimiento de los servicios públicos, la sanidad, la educación, las universidades, los servicios sociales.
-Ha pasado un año y medio con Rajoy en la Moncloa, ¿esperaba que la situación fuera tan crítica y difícil todavía?
-Yo sabía que la situación de déficit público era falsa y denuncié que las reformas financieras eran una constante improvisación. Me imaginaba que España estaba en una situación de cuidados intensivos, pero no dos cosas: tener un Partido Socialista con tan poco sentido de Estado, porque ellos sabían lo que habían hecho y cómo habían dejado el país. Lo lógico es que Rubalcaba plantease: qué podemos hacer para ayudar a sacar adelante España. No lo ha hecho. También pensé que la gobernanza europea iba a ser mucho más ágil.
-En Galicia tiene enfrente a un PSOE inmerso en su particular crisis. ¿Cómo afecta en el día a día?
-Lo que me gustaría es que saliera alguien del lío de nombres que se han dado, incluso si quieren por sorteo. Poner a alguien para poder hablar, discrepar y acordar. Y lo que está ocurriendo es que los socialistas están más preocupados por su futuro personal que por el futuro de su partido, y por supuesto que por el futuro de Galicia. Sí me gustaría tener un interlocutor, haríamos las cosas más rápido.
-A la crisis económica se une una crisis política e institucional. La corrupción está dañando el sistema. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
-Debemos ser implacables con la corrupción, pero debemos distinguir el grano de la paja. Hay que priorizar los casos de corrupción, porque no todos son iguales, y hay una cierta estrategia de intentar hablar mucho de esto para que no se hable de lo más importante. No es lo mismo estar condenado, que estar procesado o imputado o ser llamado para testificar. Y no es lo mismo meter la mano en la caja de los fondos públicos, manejar dinero público en beneficio propio, que manejar otro tipo de dinero.
-Habla de priorizar casos de corrupción. ¿El caso Bárcenas dónde lo sitúa?
-No es lo mismo utilizar fondos públicos de los presupuestos y tributos de los ciudadanos, y utilizar un Ministerio, una Secretaría de Estado para enriquecerse, que el caso de una persona que tiene una responsabilidad en una institución privada que es un partido, aunque maneje subvenciones, pero no es un cargo público. Dicho esto, el asunto Bárcenas me produce una enorme decepción, como militante y como dirigente del PP. Me he sentido engañado. Un tesorero, que era un trabajador de mi partido, cometiendo fraude fiscal, con millones de euros en Suiza mientras era tesorero del PP... pues me siento engañado y estafado. Ahora, eso es una cosa gravísima, otra cosa más grave si cabe sería que esto lo hubiera hecho desde un Ministerio o desde una Secretaría de Estado.
-¿Qué pensó cuando vio a Bárcenas haciendo el gesto de la peineta en el aeropuerto?
-Se puede engañar a unos cuantos mucho tiempo, pero no se puede engañar a todos siempre. Y esto es lo que ha pasado. Es el tesorero de un partido que se ha enriquecido personalmente, pero no puede marcar la agenda del Gobierno ni la agenda nacional. Me siento avergonzado de ese asunto, y pido disculpas a los ciudadanos porque no detectamos ese tema, aunque en cuanto tuvimos conocimiento actuamos.
-¿Está satisfecho con la respuesta que ha dado la dirección del PP en este caso desde el principio, y que ha merecido alguna crítica interna?
-Es mucho más fácil criticar que decidir. Creo en la honorabilidad de los actuales dirigentes que están intentando poner luz donde había muchas sombras, y clarificar la tesorería de nuestro partido. Comprendo que a veces comunicamos mal, expresamos mal, pero lo importante es si lo que hacemos responde a los principios de ética, y yo creo que sí. El presidente del Gobierno es el primero de la democracia que cuelga sus declaraciones de Renta y Patrimonio de los últimos años en una página para que la puedan ver todos los ciudadanos. El presidente Rajoy ha hecho este gesto sin tener a ninguna persona de su Gobierno en el Juzgado, y la oposición no lo ha hecho todavía.
-¿Cómo ve a Ana Mato en el Gobierno? ¿Cree que debería salir?
-A quien imputó, está investigando y juzgará la Justicia es a una persona concreta por más que desde la oposición se pretenda juzgar a su ex mujer.
-¿Usted cree que Bárcenas está intentando chantajear al partido?
-Pues mire, tengo que decirle que todo lo que oigo y escucho sobre el señor Bárcenas ya no me lo creo. Mire, en este momento, solo me creo lo que salga de la Justicia. Ya no tengo ninguna fuente de información fiable. Aquí hay muchas mentiras y medias verdades, vamos a ver lo que hay.
-¿Usted ha llegado a ver algún sobre en el partido, se lo han ofrecido alguna vez?
-No. No, tampoco tiene mucho mérito porque yo no he tenido ninguna responsabilidad en Génova. Los compañeros que conozco desde luego no los han recibido, pero es que después creo recordar que Bárcenas dijo que tampoco se habían pagado. Yo comprendo que cuando uno es un pillo es capaz de crear muchas sensaciones contradictorias. En este momento, después de intentar seguir con interés los acontecimientos, sí digo que me parece indignante lo que ha ocurrido, los ciudadanos no se lo merecen y en el PP tenemos que pedir disculpas porque no hemos sido capaces de detectar a tiempo a una persona que tenía otros intereses, además de ser tesorero.
-¿Pondría la mano en el fuego por la dirección del PP?
-Conozco al presidente Rajoy desde hace algún tiempo. Puede haber algún político igual de honrado; más, no. He trabajado con gente honrada en política, sin duda, pero más honrada, no. Me siento absolutamente seguro de que Rajoy no consiente ninguna corrupción. Absolutamente convencido. No tengo ninguna duda de que la secretaria general del partido ha hecho lo que cree que debe hacer, que es pensar y reflexionar sobre cómo podemos proteger nuestro honor y cómo podemos dirigirnos contra el extesorero del partido, y cuando lo tuvo claro presentó la acción judicial. Ahora, vamos a ir viendo cómo se van desenvolviendo los hechos.
-¿Le parece más grave el escándalo de los ERE en Andalucía?
-700 millones de euros de dinero público… Nosotros hemos cometido errores, sin duda, somos una organización humana y perfectible. Tenemos muchas cosas que aprender y hacerlas bien, sin duda. Ahora, nuestro referente no es el Partido Socialista. Nosotros tenemos una exigencia moral y ética que tiene que ser superior a la del PSOE, porque si en mi Gobierno hay un consejero, o dos, que presuntamente han dilapidado 700 millones de euros es evidente que yo no puedo ser presidente de ese Gobierno. No puedo serlo, porque no me lo permitiría mi conciencia.
-Pues no ha habido responsabilidades políticas ni dimisiones.
-Aquí hay una responsabilidad «in vigilando», saber lo que estaba pasando. Sin prejuzgar a nadie ni imputar responsabilidades penales a nadie, sí digo que si en mi Gobierno un consejero o dos hacen un agujero de 700 millones de euros a la Comunidad, yo me tengo que ir.
-¿Qué le parece el acoso que están sufriendo diputados del PP por los «indignados»?
-Entiendo el malestar de mucha gente que lo está pasando mal y entiendo las protestas civilizadas, pero no comparto y condeno los actos violentos y los ataques al transcurso de la normal vida democrática. La paz social no es incompatible con una ciudadanía viva, pero está reñida con el disturbio.
-¿Ve con fortaleza a la Monarquía?
-La Monarquía constitucional ha sido buena para la Transición, para la consolidación democrática, y para la imagen exterior de España. No creo que debamos juzgar a alguien que ha hecho unos servicios a nuestro país en varias décadas por lo que ha hecho en los últimos trimestres, y menos por lo que ocurra con personas que no tienen ninguna responsabilidad en la Jefatura del Estado.
-Cuándo ve personajes en la prensa como Corinna zu Sayn-Wittgenstein, ¿qué le sugiere?
-Yo no conozco a esa señora, pero me produce extrañeza. A partir de ahí, no puedo concretar.

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