martes, 22 de enero de 2013

ENTREVISTA A JORGE TRÍAS SAGNIER EXDIPUTADO DEL PP


“De los sobresueldos debió quedar constancia en la contabilidad del PP”.


El exdiputado del PP Jorge Trías defendió la instrucción del juez Garzón en el 'caso Gürtel'

Hace seis meses que abandonó el PP, donde llegó a ser diputado nacional en la legislatura 1996-2000. Jorge Trías Sagnier, abogado en ejercicio, ayudó a sus compañeros del PP en el caso Gürtel, defendió la instrucción del juez Garzón —“me parece inaudito que sea el único que ha sido apartado del caso”— y se hizo amigo de uno de los principales imputados en la causa, el extesorero Luis Bárcenas. Ahora, tras publicar un artículo en EL PAÍS denunciando el pago de sobresueldos en el PP, explica lo que sabe.

Pregunta. La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, resta credibilidad a su denuncia.

Respuesta. La credibilidad se tiene o no se tiene no porque alguien diga que la tiene sino que porque la tienes. No puedo decir nada ni a favor ni en contra. Me es absolutamente indiferente. Yo no estoy en “campaña”. Cospedal debe exigir responsabilidades pero con seriedad, no con frases brillantes o con descalificaciones, porque eso desgasta a la clase política. Y esto es aplicable a los líderes del resto de los partidos. Los españoles nos merecemos otra cosa y que los partidos políticos den una explicación convincente de cómo utilizan el dinero.

P. ¿Entiende la reacción de los dirigentes del PP de negarlo todo y decir que no les constan los sobresueldos opacos?

R. Creo que se están equivocando. Este país necesita una auténtica regeneración en todo. Desde la más alta cúpula, hasta los niveles medianos. Todo esto procede de un error en el sistema de financiación de los partidos y hay que modificarlo. En 1998, en una subcomisión, precisamente con el socialista Fernández Marugán y el entonces tesorero del PP Álvaro Lapuerta, que es una persona honesta, y otros, estuvimos intentando dar una salida a este espinoso tema. Los socialistas tenían muy reciente el tema de Filesa [la financiación ilegal del partido, por la que fueron condenados algunos de sus dirigentes]. Y lo supieron asumir, bien o mal, pero lo asumieron. Ahora el PP debe una explicación a todos sus militantes, a los votantes y a España en general.

P. ¿Las donaciones anónimas eran el germen de los pagos irregulares que se hacían después?

R. Las donaciones anónimas eran anónimas en cuanto al donante, pero la obligación de los partidos era ingresarlas en una cuenta bajo el título de donaciones anónimas. Si se ingresaban o no se ingresaban, eso ya yo lo desconozco, porque no estaba en el tema de las cuentas. Tuve una relación frecuente con Lapuerta en esa época y mi opinión es que llevaba las cuentas de modo impecable. Lo que sí sé es que había personas que percibían cantidades que complementaban al sueldo, para gastos o gratificaciones.

P. Usted ha escrito: “Por lo que yo pude saber, sí se entregaban sobres con dinero en efectivo que servían como complemento del sueldo que percibían algunos dirigentes”. ¿A qué se refiere cuando dice “por lo que yo pude saber”?

R. Cuando he hecho esta afirmación es porque estoy muy seguro de lo que he dicho. EL PAÍS también informó sobre ese extremo.

P. ¿Tiene explicación lo que se hizo?

R. Puede tener una explicación: que una parte de ese dinero procedente de donaciones anónimas se ingresaba en la cuenta corriente destinada al efecto, y otra parte era la que se entregaba a los dirigentes como sobresueldo, de la que no quedaba constancia en ninguna cuenta bancaria, pero sí debió quedar constancia, aunque yo no tengo el documento fehaciente, en la contabilidad que llevaba el PP.

P. ¿Ha visto esa contabilidad?

R. Hombre, he visto la que me han enseñado, pero no puedo acreditarlo.

P. ¿Cree usted que los dirigentes del PP, empezando por Rajoy, deben hacer públicas sus declaraciones de la renta para averiguar si hubo alguna anomalía?

R. Sí. Rajoy acabó con esas malas prácticas, pero desconozco en qué momento. Hablo de malas prácticas, no de ilegalidades.

P. ¿Malas prácticas de las que también se beneficiaron Rajoy y Cospedal?

R. Lo desconozco. La irregularidad, para ser precisos, no está en dar la cantidad sino en recibirla y no declararla, porque si la han declarado no hay irregularidad. Y si no la han declarado, por lo que yo sé, tampoco han incurrido en un delito fiscal, pero sí en una infracción tributaria y, en cualquier caso, en un escándalo político.

P. ¿Sabe si ese dinero procedía de comisiones ilegales cobradas a constructoras por obras?

R. No. Solo donaciones anónimas que se sabía perfectamente quién las entregaba, pues para el partido no era anónima. Todos los partidos se sobrefinanciaban así. Unos llevaban mejor que otros la contabilidad.

P. Usted habló con Rajoy sobre el caso Gürtel. ¿Qué le dijo?

R. Le expliqué que había que llegar hasta el final de este asunto, y que había que dar una explicación, y que no podían quedar sombras de duda porque se convertían en luces de certeza. Quiero dejar claro que admiro su titánico esfuerzo por enderezar una situación económica muy compleja. Les animo a él y a Rubalcaba a que asuman un programa de regeneración moral convincente.

P. Usted estaba convencido de que Bárcenas era inocente…

R. Lo de Bárcenas puede tener una explicación. Cuando se producen los pagos, él era el gerente y recibía instrucciones. Bárcenas tenía un sueldo muy alto, lo que puede sorprender o no, pero un sueldo muy alto que según creo lo tenía absolutamente declarado. Pero de sus negocios no tengo ni idea. Deberían preguntárselo a él.

P. Bárcenas se llevó el dinero a Suiza sin declarar.

R. No tengo ni idea. Me remito a lo que publicó EL PAÍS, cuya información suministró su abogado.

P. Usted hace una declaración de amistad hacia Bárcenas pase lo que pase. ¿No le decepcionó?

R. Desconozco si se lo ha llevado o no. Los amigos los tengo, con el activo y con el pasivo. Y yo soy amigo de Bárcenas, y hemos ido a la montaña juntos, y hemos pasado momentos muy buenos. Me dolería que le pasase algo malo, pero me consideraré siempre amigo suyo. No doy la espalda a un amigo por lo que haya hecho, me decepcione o no me decepcione.

P. ¿Ha hablado estos días con Luis Bárcenas?

R. No. Le envié un mensaje diciéndole que yo creía que tenía que dar una explicación. Y vi que Miguel Bajo, su abogado, y Trallero, que trabaja con Bajo, dieron una explicación. Y le recomendé que no se callase, porque él no tenía por qué ser el palo que aguantase esa vela sucia.

P. Comparecer públicamente ¿le beneficia o le perjudica?

R. Yo tengo pocos clientes y un despacho individual. Tampoco tengo grandes necesidades. Dar la cara no beneficia. Pero alguien tiene que hacerlo y pedir que se modifiquen determinadas prácticas que ensucian nuestro sistema constitucional. Soy una persona conservadora, que cree en la Monarquía, y estoy dispuesto a luchar, en la medida de mis modestas posibilidades, por su consolidación.

P. ¿Tiene negocios?

R. No tengo negocios. Me dedico a escribir. Ahora la Fundación para la Transición me publica un trabajo que se llama En la sombra de la Transición, sobre un personaje importante y muy poco conocido que se llama Eduardo Navarro Álvarez y que estuvo al lado de Suárez desde el inicio de la carrera del expresidente. Lo conocí mucho y era de una honestidad sin tacha. Y en marzo publico un nuevo libro de poemas que se llama Ubi amor, ibi dolor, en Pretextos. Mis actividades son mi familia, mi profesión y escribir.





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