martes, 2 de octubre de 2012

LA VORACIDAD DEL CAPITALISMO INSTALADO EN EL MUNDO

Cúpula del mausoleo de Napoleón-Los Inválidos-París(foto J.A.Miyares)

LA VORACIDAD DEL CAPITALISMO INSTALADO EN EL MUNDO TRAE MUCHA MÁS MISERIA, SÓLO CON PENSAR QUE EL 90% DE LA RIQUEZA ESTÁ EN EL 2% DE LA POBLACIÓN YA SE DICE BASTANTE.-LA SITUACIÓN ACTUAL TIENE QUE INVERTIRSE NECESARIAMENTE.

‘The New York Times’ opina que los recortes traerán más miseria a España.
El periódico afirma que la austeridad no impulsará la recuperación y provocará más protestas.
"El tiempo se acaba. Solo un profundo cambio en la política económica salvará al euro", dice.
El periódico estadounidense The New York Times advierte en un editorial muy crítico publicado este martes que los ajustes presupuestarios aplicados por el Gobierno español no servirán para reactivar la economía, sino que provocarán más pobreza y protestas. "Imponer nuevos recortes a los asalariados y al poder de gasto no traerán la recuperación; sino solo más miseria y agitación social", opina.

El editorial comienza señalando a Alemania como país que ha marcado el camino de la austeridad a ultranza: "La paciencia de la gente se está acabando a causa de las políticas de austeridad exigidas por el Gobierno de Alemania y los dirigentes de la Unión Europea, que obviamente no han conseguido su objetivo de reducir el lastre de la deuda y allanar el camino hacia la recuperación". En cambio, "está claro que estas medidas acelerarán la destrucción de empleo y dañarán la red de programas de seguridad social cuando más se necesitan".

El diario reconoce que, al no haber pedido aún el rescate total (solo el bancario), el Gobierno español todavía tiene más margen que otros países, como Portugal y Grecia, en política económica. "Pero Rajoy no es realmente libre. Sin la aprobación de Alemania para crear la unión bancaria, España, también, podría verse obligada a pedir un rescate".

"El tiempo se acaba. Solo un profundo cambio en la política económica puede salvar el euro", advierte el diario, que opina que los dirigentes europeos deben reconocer que para que la zona euro vuelva a ser solvente requerirá "nuevos esfuerzos para impulsar el crecimiento económico a través de objetivos presupuestarios menos rígidos, y no una austeridad continua impuesta a Gobiernos desesperados por Berlín y Bruselas".

“La sanidad y la educación no deberían verse sometidas a grandes recortes en tiempos de crisis”
El periódico recuerda que los problemas de deuda en España no se deben al despilfarro gubernamental durante los años del boom. Los problemas "proceden del abrupto colapso de una temeraria burbuja inmobiliaria en el sector privado, alimentada de forma artificial por el crédito barato", lo que entre otras cosas ha obligado al país a rescatar a la banca con problemas.

También se muestra crítico The New York Times con las duras exigencias de recortes impuestas a las comunidades autónomas, que financian buena parte de la educación y la sanidad. "Los Gobiernos regionales malgastaron miles de millones en proyectos de obra pública durante los años de boom. Pero ese dinero se ha perdido, y la sanidad y la educación no deberían verse sometidas a grandes recortes en tiempos de crisis".

Respecto a las peticiones que llegan de Europa y de algunos organismos internacionales para que se reforme el sistema de pensiones, el diario se muestra también en contra. "En una profunda recesión como esta, no es el mejor momento para hacer frente a problemas de largo plazo como el coste de las pensiones y el envejecimiento de la población", señala el rotativo, que advierte: "Dado que los parados de larga duración están empezando a perder las prestaciones por desempleo, la pensión se ha convertido en la principal fuente de financiación de cientos de miles de familias".

El paro registrado vuelve a subir en septiembre con 79.645 desempleados más.
El número de personas sin trabajo apuntadas al antiguo Inem supera los 4,7 millones.
El empleo también empeora y la afiliación a la Seguridad Social cae en 86.174.
El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo volvió a subir en septiembre con 79.645 desempleados más, lo que supuso un avance del 1,72% respecto al cierre de agosto, hasta un total de 4,7 millones de personas. Del lado del empleo, la Seguridad Social pierde 86.174 afiliados, hasta los 16.809.803 inscritos, según los datos que ha hecho públicos esta mañana el Ministerio de Empleo.

Con respecto al mismo mes del año pasado, el número de personas apuntadas al antiguo Inem ha aumentado en 478.535, lo que equivale a un avance del 11%. Por sectores, los servicios explican el aumento del paro registrado en septiembre ya que en el resto y con la excepción de las personas sin empleo anterior, se reduce el número de desocupados. De hecho, según las estadísticas del departamento que dirige Fátima Báñez, es el peor mes de septiembre para el sector servicios de toda la serie histórica.

El Gobierno esperará a noviembre para ver si es “asumible” actualizar pensiones.
“Nunca en septiembre hemos planteado este debate”, justifica el secretario de Estado.
Hasta noviembre, dice, no se sabrá si el sistema podrá cargar con la desviación de la inflación.
Los precios amenazan la última frontera que se ha marcado el Gobierno de Mariano Rajoy: las pensiones. El IPC se ha disparado (3,5% en septiembre) justo cuando se acerca el momento de revisar si este año los jubilados pierden poder adquisitivo. Si la inflación continúa así, la factura para la Seguridad Social será muy alta. Tanto, que este lunes el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, aseveró: “Vamos a esperar a noviembre para ver si hay una desviación [de precios] asumible por el sistema”. Era la primera vez que admitía en público, aunque de forma implícita, que no hay una decisión tomada.

Dentro de dos meses, la norma obliga a revisar si el alza de pensiones de este año (1%) garantiza el poder adquisitivo de los jubilados. Hacerlo, si el IPC mantiene el nivel de septiembre, puede llevar a la Seguridad Social a tener que desembolsar más de 2.500 millones este año y otros tantos el que viene. Mucho dinero en un momento en que el sistema de pensiones se adentra en déficit y tiene que recurrir al Fondo de Reserva para afrontar sus problemas de liquidez.

Consciente de esto, el Gobierno ha evitado en los últimos días asumir compromiso alguno sobre la revalorización de las pensiones y mantener hasta fin de año la Ley General de la Seguridad Social sin cambios. “Sigue vigente la normativa sobre revalorización”, ha sido la respuesta de manual que daban los miembros del Ejecutivo sobre el tema cuando les preguntaban periodistas o miembros de la oposición.

También lo hizo Burgos. “Solamente me puedo atener a la norma vigente. Nunca en septiembre, en presupuestos, nos hemos planteado este debate”, comentó el secretario de Estado al salir de su intervención ante el Pacto de Toledo, la comisión parlamentaria del Congreso donde se debate sobre pensiones. Pero a continuación mencionó que esperarían a noviembre para ver si el alza de los precios es soportable por el sistema.

"Vamos a hacer lo que esté en nuestra mano para no tocar la ley” afirmó después en conversación telefónica con este diario, y trató de zanjar la polémica: “El debate no está abierto. No se está valorando tocarla”. No obstante, admitió que será en noviembre cuando se tome una decisión. “Puede haber circunstancias excepcionales”, justificó.



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