Una prueba de ADN reactiva el caso de la muerte de un niño por cáncer hace 10 años
La familia de Óscar aporta un disfraz del menor y logra que se cite a declarar a los investigador por una presunta negligencia médica
Una prueba de ADN realizada a partir de un disfraz ha permitido reactivar el caso judicial por la muerte de Óscar, un niño de tres años que falleció por cáncer en Pinoso (Alicante), un asunto que lleva diez años en los tribunales a raíz de la denuncia de su madre -Virtudes- por posible negligencia médica en el diagnóstico y la atención médica.
La investigación ha cotejado una muestra bucal de la progenitora con la extraída de la prenda de su hijo, con el objetivo de confirmar que el pequeño sufría un tumor de carcinoma, causa de su muerte. En caso de que el disfraz u otro objeto en contacto con el menor en vida no hubiera valido, la familia estaba dispuesta a exhumar el cadáver para facilitar ese test científico.
Según ha denunciado la madre, no se le trató adecuadamente por un diagnóstico erróneo y, entre otras irregularidades, no se cumplió con la ley en la cadena de custodia durante las pruebas médicas.
Ahora, tres años después de comprobarlo, el padre del niño, Rodolfo, ha presentado otra denuncia y ha conseguido que declaren quienes considera responsables de esta tragedia. «El fiscal y el juez concluyen que se tome declaración como investigados a las pediatras del centro de salud de Pinoso, a la patóloga que analizó el tumor y al jefe de Oncología Pediátrica de Alicante», relata Virtudes.
También se pide un nuevo informe forense con todas las pruebas presentadas, según la madre de Óscar. «Hace diez años del inicio del proceso, diez años de su fallecimiento y diez años de lucha para conseguir sentarlos a declarar», se felicita Virtudes, quien lanza un mensaje también para concienciar a la opinión pública sobre la trascendencia de este tipo de casos: «Porque ayer fue Óscar y mañana puedes ser tú».
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