EN LA MANSIÓN
-Querido Pabli, ¿que
son esos gritos que oigo?
-Nada amada Iré, no te
preocupes son la chusma pija que nos abronca después de tanto sacrificio para
ayudarles, pueblo desagradecido, pero te juro que pagaran caros sus gritos
antes de terminar esta tarta.
-Oh amado, mis oídos
delicados no soportan tanto es escándalo y esos golpes de cacerolas, sartenes y
platos, dicen que somos su perdición y piden nuestra dimisión.
-¡Ya verás como a esos
lo hago yo callar con una guarnición que para nuestro servicio los tenemos, Ahora
llamo al mandado Marlaska y los ponemos a todos finos con unas multas de
abrigo.
-Venga ya amado mío,
que los niños están asustados ante tales gritos y callejera algarabía .Nosotros
ya hace tiempo que dejamos las algaradas y escraches ahora somos personas de
bien, tranquilas y de alta burguesía, permite que me ría ¡cómo cambia la
vida dentro de esta masía.¡
-Si amor el pueblo es
bastante tonto, les dices una cosa y luego haces otra contraria y te siguen defendiendo
y adulando, hay que ser genio para el engaño.
-Oh mi hombretón
encoletado, cuánto te adoro pues tu ingenio es singular, tu voz seductora y tu
cama embriagadora.
-Calla Iré, que me
vais a ruborizar y hace tiempo que no me ocurre no quiero parecerme a un púber,
ahora soy vicepresidente de este país de bobos que creen que les voy a dar el
oro y le moro que se conforme con un loro.
-Querido por allí veo
un ejército de coches de la milicia civil ¿ a dónde van
a custodiar nuestra mansión.
oh que emoción, y cerrar la circulación, pues -Marlaska ha puesto toda su
atención ,ya sabe lo que le espera sino quiere una gran humillación con su
dimisión
-Vaya al fin estaremos
bien protegidos pues se me movían algo las piernas seria miedo contenido a ser
a agredidos.
-No temas que para eso
soy yo vicepresidente y tu ministra de la nación y que pague esta tonta
población.
-Ay, mi barbilampiño, ¡que
nadie me diga que eres un timo¡
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