Entradas populares

martes, 7 de abril de 2020

BAJA LA PRESIÓN SOBRE LAS UCIS.


BAJA LA PRESIÓN SOBRE LAS UCIS.
Las unidades de cuidados intensivos (UCI) empiezan a ver la luz al final del túnel. Aunque siguen muy tensionadas, con su capacidad habitual multiplicada hasta por cuatro y los profesionales exhaustos ante una pandemia que no cesa, los ingresos de pacientes críticos en estos servicios comienzan a ralentizarse. Una pequeña tregua tras varios días al borde del colapso. Todavía han de pasar unas semanas para que estas unidades de críticos vuelvan a su estado —y dimensión— normal, pero la reducción de casos en las puertas de urgencias, que se tradujo en menos hospitalizaciones, empieza ahora a cristalizarse en las entradas en UCI. Los expertos consultados piden, sin embargo, “prudencia y no bajar la guardia”. Desde el inicio de la pandemia, 6.931 personas han estado ingresadas en las UCI españolas, según el Ministerio de Sanidad.
La estabilización en las unidades de cuidados intensivos empieza a apreciarse en los datos de los hospitales de la comunidad con más número de casos confirmados, Madrid. Un ejemplo es el hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, con ocho puestos de UCI en situación de normalidad, empezó el 16 de marzo con siete personas ingresadas. Tres días más tarde eran 11; seis días después, 25; el 1 de abril llegó a haber 40 personas entre la UCI propiamente dicha y las unidades que han tenido que adaptarse para acoger a estos pacientes críticos: reanimación, quirófanos y cualquier otra cama que pudiera equiparse con monitorización 24 horas y respirador. El viernes pasado había 38 pacientes; el sábado, los mismos 38; el domingo ya eran 37, según datos obtenidos por EL PAÍS de fuentes hospitalarias, ya que la Comunidad de Madrid no ha querido facilitarlos. En cerca de 40 hospitales, entre los que figuran varios privados, en casi 30 el número de pacientes ingresados el día 4 era el mismo o inferior al del día anterior.
Fuentes hospitalarias señalan que en algunos grandes hospitales madrileños, como el 12 de octubre o la Fundación Jiménez Díaz, ya están planificando un repliegue de medios y la progresiva vuelta a la normalidad, que empezaría por llamar a los pacientes de otras patologías para sus consultas programadas. En el Clínico San Carlos, cuatro de las siete salas abiertas para atender la avalancha de pacientes ya se han cerrado. El consejero madrileño, Enrique Ruiz Escudero, dijo este lunes que de 1.955 urgencias atendidas el lunes de la semana pasada se ha pasado a 390. Sin embargo, la evidente mejoría en la afluencia de pacientes y en el número de hospitalizados (en Castilla-La Mancha, el 60% de los que llegaban a las urgencias el fin de semana del 28 y 29 de marzo se quedaban ingresados, según un portavoz) todavía tardará en notarse en las UCI.
Un paciente crítico de coronavirus permanece de media dos o tres semanas en la UCI, mucho más que, por ejemplo, los recién operados, que puede estar 48 o 72 horas, tiempo tras el que liberan ese espacio que puede ocupar otra persona, explica María Cruz Martín, miembro de la junta directiva de la Sociedad de Medicina Intensiva (Semicyuc). “En la Comunidad de Madrid, y específicamente en mi hospital, el de Torrejón, donde empezó un poco antes que en el resto, la presión en cuanto a número de ingresos se ha estabilizado", asegura. En su centro incluso aceptaron el lunes dos pacientes críticos de otro hospital con más saturación.
“La situación es mucho mejor. Todavía hay muchos pacientes, 1.500 en la Comunidad de Madrid, ingresados en la UCI; de ellos, más del 50% están fuera de las unidades habituales", añade. Parece que se ha llegado a máximos, pero Martín alerta: "Estamos todavía muy, muy lejos de la normalidad y aún hay pacientes en plantas de hospitalización que pueden acabar ingresando en la UCI, pero es cierto que la situación es un poco mejor, está más controlada”. “Hace días que las altas superan a los fallecidos”, añade sobre la situación de Madrid, donde trabaja (es jefa de la UCI de Torrejón). Madrid ya habría superado su pico y Cataluña estaría a punto, según los datos que maneja la organización científica. Pero la normalidad está muy lejos porque las UCI están “al 200% o 300% de su situación basal”, añade Martín.

Cataluña ha triplicado su capacidad

En Cataluña hay 1.970 camas de UCI habilitadas en los hospitales, el triple que hace dos semanas. De ellas, aseguró este lunes la consejera, Alba Vergés, el 85% (1.512 son pacientes con la Covid-19) está ocupado. “La tensión sigue alta, lo que pasa es que no ha aumentado más. Comparado con hace una semana o dos, que siempre teníamos que ir por delante abriendo más espacios, ahora se está normalizando. Aunque el nivel de ocupación es alto y hoy [por el lunes] superamos el triple de lo que tendríamos en una situación normal”, explica Joan Ramon Masclans, presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Intensiva. En el Hospital del Mar de Barcelona, donde ejerce como jefe del servicio de medicina intensiva, han pasado de 24 a 92 camas de UCI. “Compensamos los ingresos con las altas y, con toda la prudencia, eso es una buena noticia. Trabajamos con menos sensación de agobio respecto a hace un par de semanas. Pero más que hablar de que hemos llegado al pico, diría que estamos en una meseta", señala el intensivista. En el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que dispone de 150 plazas de UCI, también empiezan a notar “brotes verdes”. “No ha subido como se esperaba la llegada de casos e ingresos en la UCI”, apostilla un portavoz.
Las UCI de Castilla-La Mancha, la tercera comunidad con más muertes por coronavirus, también comienzan a ver la luz tras rozar el 100% de ocupación la semana pasada. Según la Consejería de Sanidad, hay 354 pacientes críticos, cuando el sábado 28 de marzo había 368. La comunidad cuenta con 30 camas libres en las UCI. El lunes fue el cuarto día con más altas que ingresos: “El descenso se ha notado mucho desde el viernes”, cuentan fuentes de oficiales del Gobierno castellano-manchego. Coincide Ramón Peyró, jefe de Anestesia y Reanimación del Hospital General Universitario de Albacete. “Estamos un poco más tranquilos en la cuestión de la UCI. El agobio que teníamos antes, hace dos días… ¡ni te cuento!”, comenta. Cuando el hospital estaba “desbordado”, como él lo describe, colgó un vídeo en redes sociales advirtiendo de la situación: falta de respiradores, pacientes de urgencias en los quirófanos y días que parecían no terminar. “Dabas una alta y metías otro paciente. Tuvimos que improvisar y buscarnos la vida”, señala.
ESO ERA DE ESPERAR PERO QUEDAN LOS RESIDUALES DE LOS DOMICILIOS.

No hay comentarios: