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miércoles, 30 de octubre de 2019

PEDIR LA LUNA....

FUERA DE TODA LÓGICA....
 
PARA COGER LA ESTRELLA.
 
Triste espectáculo el que, en mi opinión, estamos dando como país al mundo entero con los acontecimientos sucedidos en Cataluña en los últimos días. Si nos cuesta entender a los españoles lo que está pasando, ¿qué podrán pensar y preguntarse los demás?
Está superdemostrado que los políticos catalanes están vendiendo al mundo la imagen de ser "una sociedad oprimida y maniatada por un Estado opresor que los tiene colonizados contra su voluntad", y como consecuencia de ello los pobres malviven como pueden, y ahora, hartos de tanto atropello por parte de "la potencia opresora España", al no poder soportar más la injusticia, se han tirado a la calle en plan numantino dispuestos a todo antes que a seguir padeciendo la injusticia y el sometimiento al que el resto de los españoles los tenemos sometidos.
Yo no sé si son más inteligentes que el resto de los habitantes de la denominada piel de toro en que habitamos, pero lo que sí queda demostrado es que son más hábiles y astutos que el resto para llevar el agua a su huerto o el ascua a su sardina. No se puede entender que desde la Administración central del país, Gobierno y Estado, se esté aplicando la táctica de la medicina antigua de cura con cataplasmas.
En mi opinión, en Cataluña nos ha salido un tumor maligno y o lo extirpamos de raíz o la metástasis acabará llevándonos a todos por delante. Ya está bien de andar con arreglos y componendas. Alguien nos puede decir qué es lo que les falta a los catalanes que nos sobre a los demás. Yo creo que no. Están, como decimos en Asturias, refalfiaos. Tienen más que nadie del resto del país, y aun así, van de víctimas.
Durante décadas, el Estado español, por intereses del partido al que le tocaba gobernar en cada momento, en cuanto necesitaba el apoyo de los votos de quienes gobernaban en Cataluña iban cediendo competencias y privilegios de todo tipo en detrimento de los intereses del resto de los españoles, y hoy en pago a tanto blandengue y pasotismo, tenemos lo que tenemos.
En Cataluña, a tenor de lo que se ve y oye, hay una generación en pie, educada y formada en el odio a España, fruto de nuestro pasotismo y dejadez, y ahora estamos recogiendo los frutos de lo que durante décadas fuimos sembrando erróneamente. De otra parte, en mi opinión, algunos medios de comunicación no miden el problema en su justa dimensión y parece que tratan de minimizarlo incluso simpatizando con la idea de defender lo que los políticos radicales catalanes piden de establecer allí la república a las bravas.
 
No olvidemos que ellos son solo la parte del todo, y si han de hacerse cambios territoriales, lo normal es que sea el todo quien decida, y no la parte. Ante tanto disparate y despropósito, solo se me ocurre preguntar a los catalanes lo siguiente: ¿qué creen que les falta a ustedes que nos sobre al resto de los españoles para demostrar tanto descontento? Yo creo que nada: si acaso, realismo, responsabilidad y sensatez.

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