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martes, 8 de agosto de 2017

CAOS EN VENEZUELA.

Venezuela se instala en el caos institucional con dos Asambleas.


La decisión de Maduro de permitir a la oposición mantenerse en su sede luce como un repliegue táctico.

El caos institucional se ha instaurado en Venezuela. El presidente, Nicolás Maduro, anunció este lunes que la Asamblea Nacional Constituyente, que ocupó el pasado viernes el Parlamento para inaugurar sus trabajos, se trasladará a otras dependencias. Mientras, en el Palacio Federal Legislativo seguirán las sesiones de un hemiciclo de mayoría opositora desde finales de 2015. Una situación inédita de organismos paralelos que ahonda en la grave crisis que sufre el país.
Venezuela tendrá de momento dos Parlamentos. Maduro indicó que la Asamblea Nacional Constituyente tendrá una sede en la Casa Amarilla, sede del Ministerio de Exteriores, y en dos teatros cercanos, el Bolívar y el Principal, cercanos al Parlamento, que controla la oposición. Esta inédita situación confirma el caos institucional en la que está sumida Venezuela tras la convocatoria del llamado “poder originario” para que redactar la nueva ley fundamental impulsada por el chavismo.
 
La excanciller Delcy Rodríguez, quien preside la nueva Asamblea, agradeció el gesto del jefe del Estado y dijo que en esos espacios podrían trabajar tranquilos. Allí sesionará la llamada comisión de la verdad, que ha puesto en el punto de mira a los líderes opositores. Maduro pretende convocar a la oposición incluso por la fuerza, para que comparezca ante esa comisión pretendidamente revolucionaria y que cesen las manifestaciones que mantienen en jaque al Gobierno desde abril.
La creación de esta comisión es la segunda decisión tomada por la Constituyente. El sábado, el pleno de los 545 nuevos diputados destituyó a la fiscal general, la crítica Luisa Ortega Díaz, y nombró en su lugar al Defensor del Pueblo, Tarek William Saab.
Mientras, el Parlamento elegido por 14 millones de venezolanos en diciembre de 2015, y que controla la oposición, retomó este lunes sus sesiones y votó un acuerdo que ratificó la vigencia de la institución. Las vacaciones parlamentarias comienzan el 15 de agosto, pero la oposición se prepara para no abandonar el espacio recuperado. A partir de esa fecha, según el responsable de la fracción de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Stalin González, se reunirá la comisión delegada, compuesta por los presidentes y vicepresidentes de las permanentes.
Mantenerse en la sede del Parlamento no es el único problema que afronta estos días la MUD. Entre ayer y hoy, la oposición debía tomar la decisión de inscribirse o no a las elecciones regionales, convocadas por el Consejo Nacional Electoral para diciembre. La disyuntiva ha quebrado la unidad. Una parte del movimiento opositor considera que no puede participar en unas elecciones convocadas por el Gobierno tras las denuncias de fraude que pesan sobre los comicios en los que fueron elegidos los diputados de la Constituyente el 30 de julio. Otra parte de la oposición, por el contrario, apuesta por participar para disputarle la mayoría que el régimen mantiene en las regiones (20 de 23 gobernaciones). De momento dos partidos políticos, Acción Democrática y Avanzada Progresista, han anunciado que inscribirán a sus candidatos.
La decisión de Maduro de permitir a la oposición mantenerse en su sede luce como un repliegue táctico. Con el objetivo cumplido de convertirlo en un foro político sin trascendencia, el régimen desea desalojarlo del Palacio Federal Legislativo, pero de momento quiere evitar el espectáculo que supondría una toma caótica de sus espacios. En menos de un año, grupos radicales del chavismo han asaltado dos veces el Parlamento. Dos actos violentos en los que resultaron heridos diputados y que provocaron la condena internacional.

Gobernar sin disensos

El anuncio del gobernante también supone un revés en las aspiraciones del número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien el sábado, durante la primera sesión de la Constituyente, insistió en ocupar todas las dependencias del Palacio Legislativo.No ha habido en Venezuela una situación similar desde que se fundó la República hace poco más de 200 años. El Gobierno impulsa la Constituyente como la solución final para gobernar sin disensos. Maduro aspira, por ejemplo, a que se legisle contra el odio y el racismo. En los últimos meses se han recrudecido los escraches contra funcionarios chavistas en restaurantes y supermercados. Y Cabello propondrá que se levante la inmunidad a los diputados opositores. La idea es clara: que desaparezca la oposición y toda forma de repudio.
MADURO NO VA OPBTENER APOYO INTERNACIONAL,  ESTÁ LLAMADO AL FRACASO CON LA  DICTADURA.

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