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sábado, 19 de noviembre de 2016

EL SUPERVISOR JEFE DEL BANCO DE ESPAÑA EN BANKIA OCULTÓ LAS ALERTAS DE SUS INSPECTORES.

Día de la salida a Bolsa del grupo Bankia en 2011.

El supervisor jefe del Banco de España en Bankia ocultó las alertas de sus inspectores.


La operación se aprobó el 14 de abril a la vista del informe elevado por la Dirección de Supervisión.

El jefe del grupo de inspectores que supervisa la operación BFA-Bankia, Pedro Comín, y el director de departamento, Pedro González, informaron el 11 de abril de 2011 a la comisión ejecutiva del Banco de España que el proyecto de capitalización presentado por Rodrigo Rato, que contemplaba la salida a Bolsa, era viable y debía ser aprobado, todo lo contrario de lo que el inspector cabecera, José Antonio Casaus, y su equipo in situ, informaron tres días antes, el 8 de abril de 2011. La comisión ejecutiva del Banco de España aprobó la operación el 14 de abril "a la vista del informe elevado por la Dirección de Supervisión".
EL PAÍS ha tenido acceso, precisamente, al citado informe y al acta de la reunión de la Comisión Ejecutiva del Banco de España, uno y otra que aportados en 2014 como parte de la ingente documentación requerida al Banco de España por el juzgado central de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional que instruye las piezas separadas del caso Bankia, entre ellas la de salida a Bolsa de la entidad el 20 de julio de 2011.
En el denominado "Informe a la Comisión Ejecutiva. Grupo Bankia", Comín y González señalan que "a la fecha [11 de abril de 2014] no es posible disponer de toda la información básica para poder valorar adecuadamente la viabilidad de la operación y el equilibrio entre las distintas partes implicadas".
Sin embargo, a renglón seguido, apuntan: "Las proyecciones facilitadas por la entidad garantizarían la viabilidad de la matriz [BFA] y de filial cotizadas [Bankia], y son consistentes con los datos del plan de negocio que viene analizando el grupo de seguimiento continuado de la entidad".
A continuación, pinta un brochazo de un párrafo sobre lo que llama "las mayores incertidumbres" que, según dicen, " se producen en la matriz [BFA]", con un "activo de 40.000 millones de euros". Entre paréntesis refieren que ese activo está "compuesto por suelo adjudicado y préstamo de suelo dudoso y subestándar por unos 7.000 millones, participaciones industriales por unos 3.000 millones de euros..." y otros.
Los autores del informe dirigido a la comisión ejecutiva señalan en una nota a pie de página que "un precio inferior y muy alejado del valor intrínseco de la sociedad anularía cualquier teórica ventaja de una salida a bolsa". En otra nota a pie de página, señalan en relación con el impacto que tendría una cotización baja de sus acciones al salir al mercado lo siguiente: "La pérdida sólo existirá en el caso de que se vendiera por debajo de su valor económico intrínseco. Dicho valor resulta difícil de precisar y debe estar basado en un adecuado descuento de flujos. Descuentos por encima del 40% del valor teórico contable del banco cotizado pueden cuestionar la propia solidez del proyecto".
Con todo, el informe concluye: "Nuestra opinión es que la estrategia de capitalización presentada por Bankia es la adecuada e incrementa notablemente las posibilidades de éxito para captar capital en el mercado". En consecuencia, "se propone remitir escrito al Grupo Bankia aprobando la estrategia y calendario de cumplimiento diseñados, sin perjuicio de recibir información más detallada, que se irá solicitando durante el proceso de capitalización...".
Según se ha apuntado, la comisión ejecutiva aprobó con este informe el proyecto de capitalización con la salida a Bolsa. El mismo 14 de abril, se envió la comunicación a Rato y al presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) Javier Aríztegui.
Tres días antes de presentar este informe, el inspector cabecera del equipo de inspectores -unos ocho miembros- del grupo BFA-Bankia, José Antonio Casaus, envió al menos un informe, vía correo electrónico a su jefe Comín, sobre la situación al conocer las cuentas del primer trimestre de 2011, las que se presentarían para la salida a Bolsa. Se trataba "de un trabajo práctico" de respuesta a la petición de Comín "en relación con el pronunciamiento que tiene que haber del Banco de España sobre el plan de recapitalización de Bankia".
"Yendo al fondo del asunto tengo claro que no es viable a corto plazo una estructura como la de BFA". Añade: "Pero además de no ser viable económicamente tampoco lo es financieramente cuando en 2013 empiecen a vencer los [bonos] avalados y la [deuda] subordinada. ¿Cómo va a hacer frente BFA a los pagos? Vendiendo acciones de Bankia, claro. ¿Y a qué precio? Pues mientras sigamos sin solucionar el problema, el grupo cada vez valdrá menos y las acciones de Bankia también. Al final el FROB tendrá que convertir su deuda en acciones de BFA y responder a los tenedores de subordinadas y de preferentes para evitar que digan que un banco público deja tirados a unos inversores privados minoristas. Con lo que habremos socializado las pérdidas y habremos perdido unos meses/años".
Una de las soluciones que proponía Casaus era la "toma de control del grupo por un banco (a ser posible extranjero) con capacidad financiera suficiente para convencer al mercado de que puede afrontar 120.000 millones de euros de financiación mayorista sin mayores problemas". En su defecto, proponía que la salida a Bolsa se hiciera con un banco único-
"En cambio la salida a bolsa con un banco doble [BFA y Bankia] es un primer paso nacionalizar las pérdidas, algo injusto y contrario a lo que nos pide la norma (velar por un uso eficiente de los recursos públicos)".
No era la primera vez que Casaus estimaba que el grupo y la operación no era viable. En un correo del 14 de abril, tres días después que Comín recomendara en su informe a la comisión ejecutiva aprobar la operación por considerarla viable, Casaus le recuerda: "Dije que no lo diría más ¿o sí? Pero lo digo: este grupo NO ES VIABLE [mayúsculas en el original] sin un cambio de control".
Casaus termina su misiva recomendando a Pedro Comín que transmita a sus superiores la situación. Subraya: "Puedes reenviar el correo a quien te parezca oportuno".
Eran las 19.51 horas del jueves 14 de abril de 2011. A esa hora, la comisión ejecutiva (Miguel Ángel Fernández Ordoñez, Javier Aríztegui, Vicente Salas y Ángel Luis López Roa) del Banco de España ya había aprobado con el informe de Comín y Pedro González el plan de capitalización de BFA-Bankia- Y salían las cartas a la atención de Rato y del presidente del FROB en las que se anunciaba la luz verde.

Los correos de Casaus, según Comín

El día 20 de julio de 2011, Bankia sacó a cotizar a la Bolsa de Madrid 824.572.245 acciones representativas de un 47,6% del capital al precio de 3,75 euros por acción, un 15 % inferior al valor mínimo de 4,41 euros al que se estaba dispuesto a vender según constaba en el folleto aprobado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los inversores inyectaron, pues, 3.085 millones de euros. La operación fue presentada ante los medios de comunicación como un éxito habida cuenta de la adversa situación de los mercados en aquellos momentos.
En una de las notas a pie de página del informe de Comín-González a la comisión ejecutiva se apuntaba que "descuentos por encima del 40% del valor teórico contable del banco cotizado pueden cuestionar la propia solidez del proyecto".
La cotización del mercado suponía un descuento del 74%, muy por encima del 40% señalado por Comín-Gonzalez, sobre el precio que tenía el banco matriz, BFA, en sus libros, es decir el llamado valor teórico contable, 15,28 euros.
En su informe, uno de los peritos judiciales, el inspector del Banco de España, Victor Sánchez, señala sobre la cotización de salida lo siguiente: "Este precio era considerablemente bajo respecto al valor que se desprendía de su balance: 15,28 euros por acción. Este hecho era en sí mismo un indicio claro y evidente de deterioro que el propio consejo de administración podía y debía conocer, pero del cual no hizo ninguna estimación formal, y del cual tampoco alertaron ni su auditor [Deloitte] ni la CNMV... Si Bankia hubiera hecho una estimación formal del valor a recuperar de sus activos tendría que haber calculado antes de salir a Bolsa unos deterioros por importe de 9.288 millones de euros que alcanzaría la cifra de 10.469 millones de euros con el precio final de 3,75 euros".
Pedro Comín declaró en calidad de testigo ante el juez Fernando Andreu el pasado 27 de julio. Apuntó que como jefe de grupo asistía algunas reuniones con los gestores de Bankia y que estaba al corriente de la situación "a través de visitas, a través de correos..."
El letrado Andrés Herzog, de la acusación popular (Confederación Intersindical de Crédito), preguntó: ¿El que le mandaba esos correos era José Antonio Casaus?
Comín: "Normalmente José Antonio Casaus. El seguimiento estaba dividido por áreas. José Antonio Casaus o alguno de los responsables, dependiendo del tema.
-¿Recuerda alguna comunicación especial justo antes de la salida a bolsa, algún tipo de advertencia que a usted le llamara la atención? Respecto en concreto a ese momento de la salida a bolsa, de la valoración de las acciones…
-En general, simplemente una pequeña… en general, digamos, la opinión, la opinión del equipo, venía trasladada en lo que son los informes de seguimiento que se han aportado. Eso es la forma natural, los informes de seguimiento además, pues como cualquier informe implican una mayor capacidad de reflexión y análisis y por tanto, digamos las cosas que me trasladaba, normalmente son coincidentes con las que aparecen en ese informe o en esos informes de seguimiento... Entonces en esa época pues sí recuerdo que hubo muchos correos que discutíamos si las ventajas y los inconvenientes de esa salida a bolsa y dentro de… Y ahí pues sí que hubo, digamos, ese fue. Y esas conversaciones, en su mayoría, están reflejadas, no sé si está aportado a la causa, yo creo que sí en el informe de la Comisión Ejecutiva donde se aprueba el Plan de Recapitalización, que firmamos Pedro González y yo... sí que se decía, digamos, que el precio podía tener incidencia o podía ser uno de los condicionantes de la salida a bolsa y de ese doble... Y eso está reflejado en el informe..."
Y SUPONGO QUE ESE SUPERVISOR COBRARA UN BUEN SUELDO  Y ANDA POR LA CALLE TAN PANCHO,COMO SI NADA HUBIERA PASADO.

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