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sábado, 5 de noviembre de 2016

EL ARMARIO DE LETIZIA,CUESTIÓN DE ESTADO.

Doña Letizia vestida con pantalones de estética deportiva de Hugo Boss, luego con un abrigo del diseñador ovetense Marcos Luengo, y un traje Felipe Varela.

El armario de Letizia, cuestión de Estado.


El estilo de la Reina, alabado en el extranjero y criticado por expertos nacionales.

Algo no funciona cuando cada vez que la reina Letizia hace acto de presencia su vestuario se convierte en el centro de todas las miradas y opiniones. Uno de los últimos titulares al respecto, “Letizia se suma a la tendencia del track pant”, hacía referencia a su adhesión a la moda de los pantalones de inspiración chandalera. Dejando de lado el sesgo sexista que desprende el alud de valoraciones sobre su vestuario en comparación con la laxitud con la que se repasan los atuendos de su marido, los expertos no se ponen de acuerdo. Mientras las cabeceras internacionales como Vanity Fair o Harper’s Bazaar loan su estilo, otros señalan los errores de protocolo y la falta de coherencia en la elección y combinación de marcas y prendas.
 Si hacemos un repaso rápido a su biografía estilística se aprecian tomas de decisiones y virajes. Y es que el estilo no se construye en un día. Se prometió en 2003 con un Armani, en mayo de 2004 deslumbraba con un vestido rojo de Lorenzo Caprile en la boda del príncipe heredero Federico de Dinamarca con Mary Donaldson y en junio de ese año se casaba con un Pertegaz. Fue en la boda real donde se inicia la relación con Felipe Varela, hasta la fecha su modisto oficial y que en esa ocasión vistió a la familia Ortiz.
Junto a los trajes que Varela le ha hecho para los momentos más especiales, doña Letizia ha ido incorporando otras marcas. Algunas de las más recurrentes son la alemana Hugo Boss, y las marcas españolas Tous, para las joyas, y Magrit, de calzado. También ha lucido en muchas apariciones prendas de firmas de bajo coste nacionales como Mango y Zara. Esta tendencia a la moda barata es algo con lo que la estilista Anna Vallés no está de acuerdo: “Una reina no puede vestir de Mango. Tiene que marcar una diferencia si quiere mantener la autoridad”.
La Reina, en una audiencia del viernes.

Después de confiar durante años en Felipe Varela, actualmente se encuentra en un periodo de transición en busca de su sello. Y es que el diseñador ha sido una elección cómoda pero no exenta de críticas, tanto por su estilo clásico como por las repetidas acusaciones de plagio. Sin ir más lejos, la chaqueta que lució en la última Fiesta Nacional era muy parecida a un diseño de Óscar de la Renta. “Varela es correcto pero no es actual. Con ello no arriesga pero tampoco aporta. Yo me habría puesto en manos de Miguel Palacio, mucho más moderno y elegante. O por ejemplo, Teresa Helbig la vestiría de maravilla. No estoy orgullosa de cómo viste, aunque, sinceramente, no me gustaría estar en su piel”, explica Vallés. Se suma a la conversación Víctor Blanco, estilista de Nieves Álvarez y Silvia Abascal, que añade: “Si lleva moda española, yo apostaría por trajes chaqueta de Schlesser, los vestidos impresionantes de Jorge Vázquez o los trajes de cóctel de Juan Vidal. Debería atreverse más y hacer un poco más internacional su imagen”. En esta nueva etapa de diversificación, Nina Ricci primero y Carolina Herrera ahora, ambas marcas del grupo español Puig, son firmas que repite con asiduidad. Estos cambios podrían estar propiciados por la entrada como parte del equipo de La Zarzuela de la exestilista de Cosmopolitan Eva Fernández en mayo de 2015.
La Reina, en un acto en Madrid el pasado 26 de octubre.

Aunque el gran caballo de batalla ha sido la poca presencia que hasta la fecha han tenido los creadores españoles en sus elecciones, algo que parece estar enmendando poco a poco en esta etapa de cambio hacia nuevos registros. En mayo de este año, en la celebración del 40º aniversario de EL PAÍS, se enfundaba por primera vez un vestido de Cortana: “Para nosotros fue toda una sorpresa, no teníamos ni idea. Se nos colapsó el servidor y nos llamó muchísima prensa”, explican desde la firma. “Realmente nos sorprendió lo fuerte que es el efecto Letizia”. Algo similar vivió solo unos meses después Juan Vidal gracias a su vestido floreado que vistió la Reina en Mallorca: “Ha sido todo un empujón: lo hemos notado en ventas, en el tráfico de la web y en una repercusión que ha traspasado fronteras”, cuentan desde la marca.
Modesto Lomba, diseñador y presidente de Asociación Creadores de Moda de España, concluye: “Como ya hemos dicho en numerosas ocasiones, sería un honor para cualquier firma vestir a nuestra Reina, ya que es una gran embajadora de España en el exterior. Por eso, desde la ACME siempre nos hemos puesto a su disposición”.
DOS CONCLUSIONES. O MUY BIEN O MUY MAL, VA EL PAIS CUANDO LA PREOCUAPCIÓN ES EL VESTIDO DE LA REINA.¿CON CUÁL NOS QUEDAMOS?

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