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domingo, 27 de septiembre de 2015

LOS CATALANES QUIEREN SER NACIÓN PERO SEGUIR MAMANDO DE ESPAÑA

La participación a las 18.00 apunta a una movilización récord en Cataluña

Un 63% de los catalanes ha acudido ya a votar, casi siete puntos más que en 2012.

Los datos de participación de las seis de la tarde confirman que Cataluña está viviendo una movilización histórica. Más del 63% de catalanes con derecho a voto ya ha acudido a las urnas a dos horas de que cierren los colegios electorales, lo que supone cerca de siete puntos más que en los comicios de 2012, que ya marcaron un récord histórico.
Aunque el aumento de participación ha sido generalizado en toda Cataluña, las zonas que en 2012 más votaron a los partidos no independentistas están registrando un incremento algo más importante de afluencia de votantes. Estas zonas, sobre todo en la provincia de Barcelona, tienen mayor peso demográfico y, por tanto, pueden influir más en el resultado final. En este sentido, hay que tener también en cuenta que la participación en las zonas independentistas ha sido históricamente más elevada.
En el distrito de Nou Barris de Barcelona, por ejemplo, el voto ha superado el 59%, cinco puntos y medio más que en 2012. Este distrito es el que menos apoyo dio hace tres años a las listas independentistas.
En Girona ciudad, otra plaza independentista, la participación ha subido cuatro puntos. En Tarragona, que en 2012 apoyó de forma mucho más importante a los partidos no independentistas, el incremento ha sido de seis puntos.
Por comarcas, la participación ha subido en 5,5 puntos en Osona, otra plaza de fuerte apoyo a las listas del sí. Mientras el Baix Llobregat, que votó en sentido contrario, el crecimiento ha sido notablemente mayor: casi 7,5 puntos.
Datos de participacion en Cataluña
Los avances de participación son, en unas elecciones tan polarizadas como las de este 27-S, un buen indicador para predecir los resultados finales de los dos grandes bloques que se miden en las urnas: el partidario de una independencia unilateral y el que propone otras vías para resolver la cuestión independentista. Esto es así porque existen localidades, comarcas y barrios en algunas ciudades que en el pasado han votado de forma masiva hacia una u otra opción. Seguir este domingo la participación en estas plazas nos permite obtener un indicador, muy fiable según los expertos, de lo que puede ocurrir.
Las zonas con mayor apoyo a las candidaturas independentistas tuvieron en 2012 una movilización notablemente mayor al resto, en un patrón histórico que se ha repetido desde las primeras elecciones catalanas de 1980. En 2012, muchas localidades donde CiU, ERC y la CUP obtuvieron un apoyo masivo, la participación superó el 75%. En cambio, en las zonas menos soberanistas esta cifra se quedó en algo menos del 65%. La novedad de esos comicios, sin embargo, fue que esa diferencia se redujo al crecer más la participación en estas últimas zonas. la tendencia hoy parece ser que esa diferencia de movilización se va a reducir aún más. 
Aunque el avance de participación de la una de la tarde ofreció un primer indicador basado en  datos sobre el desarrollo de la jornada electoral, este debe ser tomado con cautela ya que los ritmos de votación no siempre siguen los mismos patrones en todas las mesas. En 2012, aunque la variabilidad fue muy alta, las plazas independentistas tendieron ser más madrugadoras a la hora de acudir a las urnas.
COMENTARIO:
Es evidente que el voto del no ha estado oculto. Por mucho que se hable de la democracia, de la educación y sentido de ciudadanía en Barcelona y Cataluña, resulta muy claro que la opción del no se ha mantenido en silencio con relación a la opción del sí, la cual ha manejado todos los medios a su antojo. Desde el principio me ha parecido que la contienda iba a estar muy reñida, como lo va a estar. De todos modos, la polarización ha producido dos consecuencias de importancia a nivel del nuevo gobierno, el que salga: primero, lo líderes punteros se ha colado con un paraguas intermedio para que no se hable de la corrupción y se disimule sus verdaderas intenciones; segundo, gane quien gane, el no o el sí, ninguno de los dos cuenta con un equipo medianamente lógico de gobierno, pues en ambos casos se mezclan la derecha más tradicional, con la izquierda más progresista. En otras palabras, no sería de extrañar que de ganar el no, al final, el nuevo gobierno tuviera que contar con CDC como compañero de viaje. Eso sí, Mas y Oriol, si no gana el sí, deberían dimitir.

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