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domingo, 12 de mayo de 2013

MILES DE PERSONAS RECORREN LAS CALLES DE MADRID EN EL BIANIVERSARIO DEL 15M

El 15-M vuelve con el refuerzo de las plataformas y las mareas.

Los indignados celebran el segundo aniversario de estallido social del 15 de mayo de 2011.

Dos años después han vuelto. El Movimiento 15-M ha hecho un llamamiento para volver a la calle, para mostrar la indignación por lo que ha ocurrido en este bienio en el que las cosas por las que protestaron en mayo de 2011 han ido a peor y, algunas de sus peores premoniciones se han vuelto realidad: la corrupción y la desprotección de muchas capas sociales. “De la indignación a la rebelión: Escrache al sistema”. Con este grito “silencioso” y la alusión al “escrache” o seguimiento a los políticos que no han votado a favor de la dación en pago en los casos de impago por hipoteca, se ha puesto de manifiesto “el éxito”, de las plataformas y mareas sectoriales, como la de Educación, Sanidad y de afectados por la Hipoteca. Ha habido menos gente que hace dos años, reconocen algunos de los congregados como se evidencia en los claros de las plazas, pero su influencia es un hecho.
En Madrid, tres columnas de manifestantes del noroeste, este y sur de la región se congregaron en Cibeles alrededor de las 19.00 para confluir en la Puerta del Sol, plaza y símbolo del movimiento 15M. Algunos recorrieron 12 kilómetros en más de seis horas de camino para llegar, como María del Mar Moral, empleada de una perrera. Una juez de Valdemoro paralizó su desahucio hace un mes tras la sentencia del tribunal de Justicia de la Unión Europea que otorgaba poder a los jueces españoles para frenar desahucios. Moral recibió el respaldo de una de las asambleas de Vivienda surgida del 15M en Valdemoro para pelear por su vivienda. “Había que estar aquí”, decía la mujer con su hijo mayor en una de las cabeceras, menos numerosas que en otras ocasiones.
Al cartel de protesta global ‘De la indignación a la rebelión” se han sumado en el segundo aniversario los lemas de todo tipo de reivindicaciones sociales en las que parte de los organizadores ven el germen del 15M. En carteles y cánticos estuvieron presentes las protestas contra la ley del aborto que prepara el Ejecutivo y la contestación al respaldo del Gobierno a la Iglesia (“¡Al PP, al PP, la sotana se le ve!”, cantaban ayer de Camino a Sol), las movilizaciones contra los recortes en sanidad y educación –presente en la mayoría de las pancartas y en las camisetas de la marea verde, primera de las mareas ciudadanas que arrancó también hace dos años, unos meses después que el 15M- o de rechazo a los escándalos por la supuesta financiación ilegal del PP: “¡Sí hay dinero, lo tiene el tesorero!”, coreaban en relación a Luis Bárcenas, extesorero del partido.
“Hemos parado más de 600 desahucios solo en Madrid y se han devuelto más de 200 millones en preferentes”, aseguró Carlos Estévez (54) y miembro de la Asamblea Popular del Barrio de la Concepción de Madrid y participante en la convocatoria. Mientras la marcha bajaba por el carril central de la Castellana (que en el primer aniversario estaba totalmente cortada) Estévez confesó que esperaba más gente, “pero esto no ha hecho nada más que empezar, queda un mes de movilizaciones”. Agustín García (48 años, delineante) considera que es una situación temporal: “El movimiento tuvo una explosión y luego se suavizó. Ahora viene el verdadero despliegue, la toma de conciencia. Esto es como la lluvia, que cala poco a poco”.
“Lo más importante del 15M dos años después es que siga existiendo”. Olga Lucas, compañera de José Luis Sampedro, participó ayer en el cumpleaños del movimiento al que el filósofo bautizó como “los quincemayistas”. Lucas atribuye a la movilización ciudadana cuestiones como el retraso en la aprobación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE, la llamada Ley Wert), que el Ejecutivo aplazó la semana pasada. “Han sucedido pocas cosas en relación al esfuerzo empleado”, valoró la escritora, “pero ni siquiera se hubieran conseguido sin hacer nada”.
Lucas recibió ayer un homenaje en Sol de los yayoflautas (el colectivo de jubilados del 15M) y leyó los datos de la consulta popular contra la privatización de seis hospitales públicos y un número indeterminado de centros de salud en Madrid, organizada por vecinos y personal sanitario, que han reunido casi un millón de votos en una semana, de los que el 99,6% respaldan una sanidad públcia. "José Luis no se equivocó en elegir el adjetivo, la lucha es ardua”, dijo la escritora a los congregados en Sol. “Al ‘sí se puede’, él sumaba el ‘Sí se debe’… Las batallas por la dignidad se deben dar aunque se pierdan”. Pasadas las ocho y media de la noche, después del “grito silencioso”, los manifestantes se dispersaron, cada uno en su respectiva “ágora”. Así fue hace dos añós.

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