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lunes, 11 de marzo de 2013

CORINNA AYUDÓ AL REY PARA CONSEGUIR LA CONTRATACIÓN DEL AVE A LA MECA

Corinna puso en contacto al Rey con la comisionista iraní del AVE a La Meca.

La princesa Corina zu Sayn-Wittgenstein puso en contacto al Rey con la millonaria iraní Shahpari Zanganeh, ex esposa del traficante de armas saudí Adnan Khashoggi y una de las principales comisionistas del macrocontrato del AVE entre La Meca y Medina, que fue adjudicado en 2011 a un consorcio español por casi 7.000 millones de euros, según han confirmado a El Confidencial fuentes muy cercanas a La Zarzuela.

Las gestiones personales que el jefe del Estado hizo ante la familia real saudí resultaron decisivas para que una docena de empresas españolas se adjudicaran el proyecto del llamado AVE del desierto. Pero don Juan Carlos no fue el único que movió los hilos: la aristócrata alemana y la comisionista iraní también jugaron un papel estelar en las negociaciones, siempre en la sombra y por encargo del propio monarca, añaden las mismas fuentes.

Según publicó El Mundo el pasado día 3, la tercera esposa de Khashoggi cobrará una comisión de 134 millones de euros por su participación en las negociaciones del conocido como contrato del siglo. Pero las fuentes consultadas aseguran que Zanganeh no fue la única comisionista, como parecía apuntar el diario de Unedisa en su información, y que la íntima amiga del Rey también obtuvo jugosos beneficios por su mediación.

Sayn-Wittgenstein presentó a Zanganeh al Rey durante la visita privada que el monarca realizó en febrero de 2006 al Estado alemán de Baden-Württemberg. El viaje fue enteramente planificado por Corinna, incluida la cena en honor de don Juan Carlos ofrecida por el magnate de la construcción Manfred Osterwald en el castillo de Schöckingen, no lejos de la ciudad de Sttutgart, a la que asistieron los presidentes de las principales empresas alemanas.

Corinna, Zanganeh y Al Dabagh.
Durante aquella cena, Corinna y Osterwald flanquearon al monarca en la mesa presidencial, y muy cerca de ellos se sentaron Zanganeh y Amr ibn Abdulá al Dabagh, presidente de la Saudi Arabia General Investment Authority (SAGIA), la agencia estatal saudí de inversiones internacionales. Su amistad con Al Dabagh era precisamente uno de los nexos de unión entre Sayn-Wittgenstein y Zanganeh, ya que ambas comisionistas habían trabajado para la SAGIA y tenían entre sus principales clientes a grandes empresarios saudíes y a inversionistas occidentales en el país árabe.

El Rey y Al Dabagh, según las fuentes consultadas, abordaron después de la cena la creación de un fondo de inversión hispano-saudí de 5.000 millones de dólares, una iniciativa de este último que se materializó un año más tarde durante un solemne acto celebrado en Madrid, con asistencia de don Juan Carlos y del monarca saudí, Abdalá bin Abdelaziz, aunque el proyecto finalmente se malogró. Pero el jefe del Estado y el presidente de la SAGIA también hablaron del macroproyecto del AVE La Meca-Medina, cuya licitación estaba a punto de ser lanzada.

La Saudi Railways Organization (SRO), en efecto, presentó ocho meses más tarde, en octubre de 2006, el concurso internacional para la construcción de una línea de alta velocidad entre las ciudades santas de La Meca, Medina y Jedda. Cinco consorcios optaron al megacontrato de 6.736 millones de euros, entre ellos el español encabezado por Renfe, que finalmente se llevó el gato al agua en octubre de 2011, en dura competencia con la oferta francesa. Pero antes hubo mucho trabajo de lobby en la sombra de don Juan Carlos y las dos comisionistas.

De hecho, en abril de 2006, dos meses después de aquel encuentro en Baden-Württemberg, el Rey, Corinna y Zanganeh volvieron a coincidir en otro viaje, éste de carácter oficial. La aristócrata alemana y la ex mujer de Khashoggi viajaron en el mismo avión militar que trasladó desde Madrid a Riad, la capital de Arabia Saudí, a don Juan Carlos, doña Sofía, los entonces ministros Miguel Ángel Moratinos y José Montilla y los presidentes y altos ejecutivos de 11 grandes empresas españolas.

Veto saudí.
Según las fuentes consultadas por El Confidencial, la insólita presencia de las dos comisionistas amigas del Rey en la delegación española fue una exigencia del propio monarca y de las autoridades saudíes, que confeccionaron la lista de invitados marginando a la propia CEOE. Finalmente viajaron en el avión real los máximos responsables de ACS, Ferrovial, Indra, Navantia, OHL, Repsol YPF, Técnicas Reunidas, Banco Sabadell, Cepsa, Carboex y Abengoa, pese a que la patronal española había exigido una comitiva empresarial más amplia y con representación de casi todos los sectores. Pero Riad vetó la lista de la CEOE y coló a Corinna y Zanganeh.

Seis meses después de aquel viaje oficial a Riad se abrió la licitación internacional para el megacontrato del AVE del desierto. Y aunque ya antes el Rey, Corinna y Zanganeh habían movido sus contactos de alto nivel en favor de la oferta española, fue a partir de ese momento cuando su labor de lobby se intensificó. El cuarto personaje decisivo en las negociaciones fue Mohamed Eyad Kayali, íntimo amigo de don Juan Carlos y Corinna, que fue quien organizó y financió la accidentada cacería de elefantes en Botsuana.

Kayali, mano derecha en España del príncipe Salman bin Abdelaziz, ministro de Defensa saudí, fue uno de los cazadores que acompañó al Rey y a Corinna en ese safari. Las fuentes consultadas por este diario sostienen que el viaje a Botsuana, que acabó con una grave lesión de cadera del monarca español, sirvió para celebrar la adjudicación al consorcio empresarial español de las obras del AVE a La Meca.



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