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viernes, 15 de febrero de 2013

LA BONDAD DE ALGUNOS EMPRESARIOS A CUENTA DE LO AJENO


Un Ferrari, un Rolls, dos Bentley y seis Mercedes, parte del botín del liquidador de Marsans.

El liquidador valenciano Ángel de Cabo, en prisión por el vaciamiento patrimonial de Viajes Marsans, ocultó a los acreedores de la empresa de Gerardo Díaz Ferrán dieciocho turismos cuyo valor a precio de concesionario ronda los 1,9 millones de euros.

Según un informe de la UDEF incluido en el sumario de la operación Crucero, De Cabo puso a nombre de sus empresas o de sus testaferros la lujosa flota propiedad del expresidente de la patronal y de su socio, Gonzalo Pascual, ya fallecido: un Ferrari, un Rolls-Royce, dos Bentley, seis Mercedes, cinco Toyota, un Mitsubishi, un Renault y un Seat.

El vehículo de mayor valor es el Rolls-Royce Phantom de 500.000 euros que Díaz Ferrán compró a nombre de su sociedad patrimonial, Inversiones Grudisan. Esta empresa también era dueña de un Bentley Continental de 200.000 euros que Díaz Ferrán había comprado en 2010 a Arturo Fernández, el actual vicepresidente de la patronal, que está a punto de dejar el cargo tras acusaciones de pagar a sus empleados con dinero negro. El segundo Bentley Continental que terminó en manos de Ángel de Cabo pertenecía a María Ángeles de Riva, la esposa de Gonzalo Pascual.

Paseando en Ferrari
Otra joya de cuatro ruedas de este parque automovilístico es el Ferrari 612 Scaglietti Sessanta, una edición especial valorada en más de 300.000 euros que conducía Gerardo Díaz Santamaría, el hijo del expresidente de la patronal. De Cabo lo puso a nombre de una sociedad pantalla, Proezza Grupo Inversor. Varios testigos han declarado en la Audiencia Nacional que quien pasó a usar este deportivo italiano es el también encarcelado Iván Losada, mano derecha de Ángel de Cabo.

En la media docena de Mercedes encontramos desde lujosos todo terreno de más de 100.000 euros, como un GL500, y varias berlinas de las exclusivas gamas «S» y «E» de la marca alemana. El empresario valenciano también se agenció exclusivos 4x4 japoneses, entre ellos dos Toyota Land Cruiser, dos Toyota Hilux y un Mitsubishi Montero, vehículos cuyo precio oscila entre los 30.000 y los 60.000 euros. Completan el listado una furgoneta Renault Trafic y un Seat Ibiza, esto sin contar los autobuses de Marsans que De Cabo transfirió a otras empresas.

El también liquidador de Nueva Rumasa es un apasionado de los vehículos de gran cilindrada. Según la declaración policial de un testigo que trabajaba para él, «una de las primeras cosas que hace cuando entra en una empresa nueva es llevarse los vehículos de alta gama, con la excusa de decirle a los empresarios que no es bueno que vayan con esos coches si deben el pago de nóminas y a los proveedores».

La mayor parte de los vehículos se puso a nombre de Munari Negocios, una supuesta firma de alquiler de coches que, en realidad, estaba administrada por testaferros de Ángel de Cabo. Había coches que Díaz Ferrán había adquirido en régimen de «leasing», como el citado Ferrari, pero el liquidador nunca pagaba las cuotas. Disfrutaba los vehículos hasta que el juzgado conseguía arrebatárselos, un proceso muy lento por los sucesivos cambios de titular. En ocasiones se buscaba la figura de un falso «tercero de buena fe», que compraba el coche sin saber, en teoría, que estaba embargado, aunque en realidad se trataba de un testaferro de Ángel de Cabo.

Díaz Ferrán también entregó a De Cabo su yate, el «Lequar III», una embarcación de 3,5 millones de euros que, pese a estar embargada, intentaron vender cambiándole el nombre, como reveló ABC el pasado diciembre. De Cabo prometió a los dos empresarios pagarles ocho millones de euros en mensualidades de cien mil a cambio de quedarse con todo lo que pudiera hurtar a los concursos de acreedores.

La investigación policial ha confirmado la denuncia del grupo de empresas representadas por el letrado Daniel Jiménez, socio del bufete Ashurst: «Gerardo Díaz Ferrán ha llevado a cabo un deliberado, sistemático, doloso y perfectamente planificado proceso de alzamiento y ocultación apresurada de sus bienes personales».

Casa Real confirma que al Rey se le ha agudizado una hernia discal.
El reconocimiento médico anual al que se somete el Rey ha desvelado que se le ha agudizado una antigua hernia discal en la zona de la columna lumbo-sacra, cuyo estado se está "estudiando", según ha anunciado el Palacio de la Zarzuela.

El Rey se ha sometido a un reconocimiento médico anual en el que los médicos han concluido que su estado general es satisfactorio aunque han constatado la agudización de una antigua hernia discal cuyo tratamiento está en estudio.

La Casa Real ha informado de ese reconocimiento mediante un comunicado en su página web en el que especifica que le fue realizado en dos jornadas, la primera el pasado 9 de febrero y la segunda hoy, en las clínicas Quirón y San José de Madrid.

Don Juan Carlos se ha sometido a una serie de pruebas y exploraciones por diferentes especialistas, al igual que en años anteriores.

"Concluido el estudio, los resultados se consideran satisfactorios. No obstante, se ha constatado la agudización de una antigua hernia discal en columna lumbo-sacra que se está estudiando para determinar su tratamiento más adecuado", explica el comunicado, firmado por el jefe del servicio médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano.

El Monarca aún padece algunas secuelas de la última operación de cadera a la que fue sometido el pasado 23 de noviembre, ya que se sigue ayudando de muletas en sus comparecencias públicas.

Don Juan Carlos recibió el alta hospitalaria de esa operación el día 2 de diciembre tras completar de forma "muy satisfactoria" la primera fase de rehabilitación y conseguir "prácticamente plena autonomía para los movimientos cotidianos".

Así lo aseguraba el parte médico leído ese día por el traumatólogo Ángel Villamor, que dirigió la operación en la cadera izquierda del Rey.

La operación del mes de noviembre fue la undécima a la que se sometió a lo largo de su vida y la tercera en la cadera, ya que en abril se le implantó una prótesis tras la fractura que sufrió como consecuencia de una caída en su viaje privado a Botsuana y después fue intervenido de nuevo para solucionar una luxación.

El Rey tiene previsto realizar del 3 al 5 de marzo su primer viaje al extranjero tras su última operación. En concreto, Don Juan Carlos prevé desplazarse a Marruecos invitado por el rey Mohamed VI.



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