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viernes, 1 de junio de 2012

ESPAÑA, AL PASO QUE VA NO TIENE ALTERNATIVA.¡QUIEBRA TOTAL¡

Eucaliptus-Asturias-España(fot J.A.Miyares)

ALEMANIA HA DICHO "NAIN" A LA AYUDUDA DELBCE EUROPEO POR LO QUE NOS HUNDIMOS
 ¿Rescate en el horizonte? Los posibles escenarios de nuestra salida de la crisis de la deuda.

Los mercados no descartan que la economía española necesite ser rescatada, pero ¿cuáles son las opciones que se barajan?Varios analistas explican los cuatro escenarios posibles para España: salir solos a flote; rescate de la banca; intervención de la Troika; alguna ayuda indirecta.Con la prima de riesgo en máximos, la recapitalización de Bankia en entredicho y la desconfianza de los inversores, España está en el momento más decisivo.

En estos momentos, la posibilidad de que España necesite un rescate solo la descarta de plano el Ejecutivo de Mariano Rajoy. El lunes, en rueda de prensa en Génova, el presidente del Gobierno afirmó tajantemente que no habría "ningún rescate con fondos europeos a la banca española". Aunque este viernes tanto España como EE UU han coincidido en señalar que los bancos se tienen que recapitalizar sin acudir a ayudas, y el FMI ha negado que esté preparando un plan de rescate para España, los economistas no se atreven a poner la mano en el fuego. Ni siquiera los más optimistas descartan la intervención del país.

La llamada 'crisis de la deuda' dura ya tres años. Pareció disiparse a finales de 2011, cuando el BCE prestó dinero barato a los bancos que estos invirtieron en deuda nacional. Dicha maniobra no hizo más que tapar los problemas y, en el caso español, agrandarlos, coinciden los analistas.
Ahora, en un entorno de crisis global, con Grecia con un pie fuera del euro y los inversores extranjeros escapando de España, estalla la escandalosa recapitalización de Bankia, que lastra la confianza del país (elevando a máximos la prima de riesgo y reduciendo los márgenes de la actividad bursátil a niveles de hace una década).

La credibilidad económica de España mantiene tres frentes abiertos: la desconfianza de los mercados con una prima de riesgo en niveles "insostenibles" y una fuga de inversores—, la situación de la banca —con auditores extranjeros midiendo el agujero bancario— y una recesión rampante. Con este panorama, ¿dónde está la salida? Analizamos cuatro posibles escenarios.

España sale sola del atolladero
Los economistas ven la posibilidad de que nos salvemos solos como la "mas deseada", pero "la más difícil". Federico Steinberg (profesor de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del Real Instituto Elcano) vincula una salida a flote sin ayudas solo a la permanencia de Grecia en el euro y a que los auditores extranjeros que estos días bucean en la banca española no hallen un abultado agujero en activos tóxicos -que algunas fuentes ya señalan como superiores a 80.000 millones de euros. Solo eso calmaría los mercados. "Si, como dice el Gobierno, es cierto que en el Tesoro hay dinero para cubrir los próximos vencimientos de la deuda y se lleva a cabo la recapitalización de Bankia de manera ordenada se podría evitar el rescate", opina Steinberg.

Otros economistas creen, sin embargo, que "solos no salimos". El catedrático de la UNED Fernando Pampillón es de los que piensan que no hay que mirar a Grecia, sino "a nosotros mismos" y se muestra crítico con las medidas que está tomando el Gobierno, así como con su estrategia de comunicación. Entre sus recetas para intentar salir por nuestro propio pie de la crisis enumera aumentar los ingresos, buscando a los que no pagan, bien sea porque tienen desgravaciones (y habla de las empresas del Ibex) o por fraude; subir los impuestos a la gasolina y el IVA, limitar el gasto ineficiente... Aún así, Pampillón no sabe si ya es posible evitar un rescate: "La imagen en el exterior es penosa. No somos Grecia, pero nos parecemos cada vez más".

Ayudas europeas a la banca
El Gobierno de Mariano Rajoy ha pedido en las últimas semanas una intervención al BCE, para que calmara los mercados y a la banca española, doliente por una sobreexposición a la deuda nacional y con una gran cartera de activos tóxicos inmobiliarios. En clave interna, el Gobierno aprobaba este jueves el decreto ley para una nueva reforma financiera —la cuarta en dos años— y se enfrentaba torpemente a una milmillonaria recapitalización de Bankia, intentando colársela por la puerta de atras de nuevo al BCE.

El organismo que preside Mario Draghi no admitió la estrategia de España para salvar Bankia, que consistía en que el Estado inyectara deuda pública en la entidad canjeable en el banco europeo.
La UE planteó entonces la posibilidad de permitir que los fondos de rescate inyectaran dinero en bancos, sin necesidad de intervenir los países. Horas después, Olhi Reihn advertía de que esta posibilidad no está permitida por la legislación europea.
Los analistas consultados destacan que con la ley en la mano esta opción no es posible y recuerdan que no es viable un cambio en la legislación a medio plazo, dada la posición contraria de Alemania, que no contempla otro rescate que no sea la intervención del país y de sus cuentas.

Rescate de España
La tercera opción es, precisamente, acudir al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que sustituye a partir del 1 de julio próximo al fondo de rescate, siguiendo los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal. Es la opción a la que se resiste el Gobierno, por la pérdida de soberanía que esto conlleva.
"Un rescate económico supone salirse de los mercados", recuerda Steinberg, "y que sea la Troika (FMI, BCE y CE) la que te dé el dinero y te imponga las condiciones. Si no las cumples, vas a la quiebra". Es de esperar, destacan los analistas, "una agenda de recortes severa". Y citan: subidas de impuestos (IRPF o IVA), reformas de la administración del Estado, reducción de pensiones, más reforma laboral...

La duda está en si el MEDE, capitalizado con 500.000 millones de euros, tiene dinero suficiente para rescatar a un país como España. El diario NYT dice que un rescate a España consumiría más de tres cuartas partes de los fondos existentes. Los analistas españoles alertan de un posible efecto dominó sobre Italia, cuya caída sí lo desfondaría.
¿Se ve el rescate en el horizonte? "Ahora mismo no", dice Federico Steinberg. "Aunque no lo descarto, si la situación evoluciona de manera negativa. En este momento, por prudencia, hay que pensar en que todavía queda dinero en el Tesoro. Aunque si Grecia sale de euro no se puede descartar". Pampillón, por contra, lo tiene claro: "Rescate sí, y pronto. Y o cumplimos sus demandas (las de la troika), o no veremos ni un euro".

Ayudas encubiertas o parciales
Otra de las salidas que se han barajado ultimamente es la petición de ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), que sería disimulada y nunca nombrada como rescate. Al parecer, la directora, Christine Lagarde, no es contraria a una intervención unilateral, pero los países emergentes del FMI no quieren otra vía que ir de la mano con el BCE y con la Comisión Europea en materia de rescates. Este jueves, sin embargo, Lagarde aseguraba que España no había reclamado ninguna ayuda directa al FMI.
Los expertos descartan también las ayudas por la puerta de atrás del BCE, que ya ha dicho que más compra de deuda no, que esa no es la salida para la crisis.

Rato se exculpa de la crisis de Bankia ante el consejo de Caja Madrid.
Considera la recapitalización una "inyección brutal" a costa del Estado y los accionistas
"El objetivo del informe no es criticar, sino explicar lo ocurrido", justifica Rato
Rodrigo Rato aprovechó el Consejo de Administración de Caja Madrid, que todavía preside, para dar su primera respuesta tras su dimisión de la presidencia de Bankia y limpiar su imagen. Rato sale al paso del plan de recapitalización de Bankia en un documento distribuido a todos los consejeros en la reunión celebrada el miércoles. En ese texto, Rato defiende su actuación y afirma que el plan “lo que hace es provisionar o dotar posibles pérdidas futuras derivadas de unas inversiones inmobiliarias excesivas realizadas en el pasado”. Es decir, despeja cualquier responsabilidad durante el tiempo que ha estado como responsable de la entidad. Según el documento, “se trata de provisiones contables y no de pérdidas reales ya producidas con salida de caja alguna”.

"El objetivo del informe no es criticar sino describir y explicar lo que ha ocurrido y que cada uno saque sus conclusiones", ha señalado a EL PAÍS el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato. El anterior presidente de Bankia no escribió el informe, sino que lo encargó y luego lo entregó para que los miembros del consejo de la caja tuvieran la información.

El equipo de Rato explica que la cifra del plan de saneamiento no es de 19.000 millones, sino de 22.000, que se desglosan en tres conceptos: 3.000 millones destinados a provisionar créditos fiscales, unos 4.000 a provisionar cartera de participadas y unos 15.000 a provisionar las carteras de créditos e inmuebles. Este apartado se divide, según el documento, en dos partes. Por un lado, unos 7.000 que tienen su origen en las provisiones adicionales exigidas en los real decretos de la ley del sector financiero del 2012 (incremento de provisiones de los créditos inmobiliarios y activos inmobiliarios adjudicados) y los restantes 8.000 millones en provisiones inmobiliarias, hipotecadas a particulares y cobertura de posibles pérdidas por impagos de préstamos dados a empresas.

Sobre el cierre contable del ejercicio de 2011, el documento destaca también que “frente a la previsión inicial de un beneficio de 300 millones, el resultado que se va a someter a la aprobación de la junta general es de unos 3.000 millones de pérdidas”. Este cambio, según el equipo de Rato, es solo consecuencia de unas provisiones adicionales que se efectúan a cargo del ejercicio de 2011. Subraya que, en efecto, se efectúan provisiones adicionales por valor de 4.700 millones de euros. Es decir, “si se pasan de 300 millones de beneficios a 3.000 de pérdida, solo es por las provisiones adicionales examinadas, exigidas por el deterioro del mercado inmobiliario y crediticio producido después del cierre del 31 de diciembre de 2011”. En definitiva, según Rato y “al igual que sucede en el plan de recapitalización”, el cambio en 2011 no es por unas pérdidas reales ya producidas con salida de caja, sino que es una pérdida contable por posibles pérdidas futuras.

"El plan de capitalización va a dejar al grupo en una magnífica situación financiera, pues es una inyección brutal de fondos para que la sociedad incremente sus provisiones de forma notable, pero desgraciadamente ello se hace a costa de fondos públicos (2% del PIB) y causando un grave perjuicio a los actuales accionistas de Bankia, pues el efecto dilutivo va a provocar una enorme caída en la cotización", concluye.



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